jueves, 6 de julio de 2017

MALASIA (3) - Kuala Lumpur y Malaca - Vuelo MH370, destino incierto.

KUALA LUMPUR Y MALACA




Si hablamos de ciudades coloniales en Malasia, la primera que aparece en boca de todos es Malaca. Llamada así por un árbol autóctono, esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad, pasó por manos portuguesas en el siglo XVI, por las holandesas en el XVII y por las británicas en el XVIII. Allí habitan los babanonyas, peranakan o chinos del estrecho, que son descendientes de los primeros comerciantes chinos que se casaron con mujeres malayas.
Stadehuys, Malaca




Rickshows para turistas

A riesgo de encrespar a mucha gente, debo confesar que me esperaba más. Tal vez oí tanto hablar de ella, que cuando llegué dije… “¿ya está?”. A lo mejor es mi ilusión, que embellece las cosas antes de verlas, pero me defraudó un poco. El turismo de masas tampoco ayuda, y los rickshows rositas horteras para los turistas le dan un ambiente demasiado “ferial”. Lo más bonito, sin duda, es la plaza holandesa, donde se encuentra la famosa iglesia anaranjada del Cristo, que aparece en todas las postales. Es muy bonita, pero muy difícil de fotografiar a causa de la ingente cantidad de personas que trata de hacer lo mismo que tú. La Stadehuys es tan pequeña que te tendrás que pegar con todos los turistas que se concentran enfrente de la coqueta catedral. Con todo, hay cosas históricas que merece la pena ver, como la fortaleza, la puerta de Santiago, el templo Cheng Hoon o de las nubes verdes (el más antiguo de Malasia), el museo Budaya, y por último, no dejéis de subir una pequeña colina para pasear por el esqueleto de la iglesia de San Pablo, donde estuvo la tumba de San Francisco Javier durante un año, antes de ser llevado a Goa (India) para darle definitivamente descanso.


Ticket de parking en Malaca

Una cosa que os sorprenderá en Malaca, si llegáis en coche, es su sistema de aparcamiento. Tendréis que comprar un cupón del “rasca” para determinar la hora y el día del boleto (1 día entero – 1 euro). Como curiosidad también, podréis comprar las típicas nueces de Betel, que es la semilla seca de la palmera areca. Pero no comáis muchas (o sí, depende de vuestros planes) porque dicen que son afrodisiacas. La mascaban para ennegrecer los dientes porque era signo de estatus. Como cambian los tiempos. Después de comer un buen menú (los 2 por 7 euros. Incido en los precios porque nos pareció muy barato comer en Malasia), enfilamos hacia Port Dickson, parando a ver el complejo megalítico de Pengkalan Kempas, con tumbas islámicas del 1400. Antes de llegar a nuestro destino, atravesamos un inmenso palmeral donde vemos un bonito ejemplar de Martín Pescador azul (me encantan los pájaros).


Al fin llegamos al Eagle Ranch Resort. Es un complejo hotelero dedicado al far west, donde te puedes alojar en un edificio con forma de carromato-caravana o tipi (ya lo habíamos hecho en Estados Unidos) por 40 euros. Es un sitio tranquilo. Damos un agradable paseo hasta el faro de Cape Rachado y cotilleamos entre los hoteles de mega lujo. Nosotros no somos de estar varios días en un sitio, pero los que busquéis descanso, en Port Dickson tenéis hoteles muy buenos para pasar unas jornadas de asueto, cerca de Kuala Lumpur.

Distrito financiero, Kuala Lumpur

Era hora de dejar nuestro coche en el aeropuerto de la capital, para dedicar unos días a recorrer la fascinante Kuala Lumpur. Lo primero que hacemos al llegar es reservar el “The 5 Elements”, un hotel muy bueno, por 25 euros la noche con desayuno (no sé de donde saca beneficio esta gente), y lo segundo, sacar los billetes de autobús a Singapur (unos 10 euros), desde dónde tomaríamos vuelo de regreso. Todo había salido muy fácil: dejar coche, ir en autobús hasta la ciudad, encontrar hotel, sacar billetes de autobús… (pim pam pum, fuera). Así que, un día que teníamos dedicado a “papeleo” digamos, lo aprovechamos para ver un montón de cosas… la plaza Merdeka o de la Independencia, en el distrito colonial, con el Royal Selangor Club, el edificio del Sultán Abdul Samad de 1897 (la construcción más bonita de la ciudad), el altísimo mástil de la bandera (100 metros), la mezquita (del viernes) de Masjid Jamek, el templo Sri Maha Mariamman, el templo de Guan Di, el Chinatown, con Jalan Petali y su mercado nocturno… La caminata y el calor, hicieron que nos metiéramos a refrescarnos con una Coca-Cola y un café frío en un centro comercial. En uno de los últimos pisos había una sala gigantesca de lo parecían ser maquinitas de juegos ochenteras, un tanto oscura y siniestra, que estaba custodiada por un fornido vigilante. Desde la distancia parecía un antro de apuestas de la mafia.
Edificio Sultán Abdul Samad


Seguimos de ruta por Mercado Central, de 1930, donde compramos dos pashminas y alguna cosilla más para la familia. Antes de ir a descansar, localizamos el hostal que habíamos reservado desde casa para los siguientes días (dejamos uno de margen para posibles imprevistos).
Torres Petronas de noche


Tras desayunar un excelente buffet en el “The 5 Elements”, trasladamos el equipaje al hostal “The Explorers”, para así ya, desentendernos de él, y poder dedicarle todo el día a la ciudad. Después de hacer otra pasada por el Central Market para hacerle una foto de día, la presa mayor de hoy sería, como no, las Torres Petronas. Así como os dije que en Melaka me faltó un poquito (no por la historia, que la tiene, y mucha, sino por la falta de "estética"), Kuala Lumpur nos despertó el sentimiento contrario. Y mucha culpa de ese encanto que desprende la capital la tiene el edificio diseñado por Cesar Pelli. Con 452 metros de altura (en su momento,1998, el más alto del mundo), está construido de acero, y con forma de estrella de ocho puntas, que simboliza la armonía para los principios islámicos. En la planta 41 hay una vertiginosa pasarela que une las dos torres. A nosotros nos impactó la grandiosidad y la elegancia del edificio. Pero si de día es espectacular, durante la noche es cuando se vuelve mágico. No dejéis de acercaros cuando se vaya el sol, y sentaros en un banco del parque que le rodea, para admirar durante unos minutos tan magnífica obra de la ingeniería.

Torres Petronas

Al volver al hostal pasamos por la torre de Comunicaciones (421 metros), pagamos la habitación (30 euros/2noches) y nos acomodamos. Hay café (todos los que quieras) e internet gratis (siguen sin salirme las cuentas). Nos vamos a cambiar euros (el mejor cambio de todo el viaje), y volvemos al Central Market a gastar como capitalistas. Nada, un par de máscaras, y un vasito. Nos pilla una tromba de agua impresionante, pero sólo hay que esperar un poco, y aclara. Son rachas intensas, pero cortas. Y de ahí, a cenar en las Torres Petronas, para disfrutarlas de noche. El ambiente es muy familiar. Te sientes tremendamente seguro y muy a gusto. La iluminación de las torres es espectacular. Al volver al hostal, vivimos el momento Benny Hill del viaje (poneos la musiquilla). En la azotea, relajándonos con nuestros libros y revistas, asistimos a un desfile de huéspedes, que no paraban de entrar y salir, preguntándonos, visiblemente nerviosos, por la clave del “Guai Fai” (Wi-Fi). Fue un momento muy cómico, porque realmente se les veía sufrir por no poder conectarse (no parecía que fuera por necesidades del trabajo).

Calao

Volvía a amanecer sobre Kuala Lumpur, y el cielo invitaba a salir de nuevo para callejear por la ciudad. Tomamos un desayuno espartano de café y tostadas (y contentos, por ese precio), y nos dirigimos a fotografiar la estación de tren diseñada por Hubbok. Es blanca, como de estilo hindú. Después paseamos por los jardines del lago Taman Tasik Pardana, con un puente blanco y una bonita vegetación, y nos dirigimos al Bird Park, el aviario más grande del mundo, con más de 3000 pájaros. A mí no me gustan los zoos, pero disfruté mucho interactuando con las aves. Los agapornis te rodean para que les des de comer, y tienes la posibilidad de que grandes pájaros se posen en tu brazo. La verdad es que yo, que tuve loro, me asusté un poco al ver al impresionante calao a pocos centímetros de mi cara. Pensé, “como se enfade y se revuelva, me arranca un ojo”. Pero por fortuna, estaba muy tranquilo y no pasó nada. Durante el recorrido, una televisión nos hizo una encuesta, y al decirle que éramos de Bilbao, la chica se emocionó, porque había estado aquí de intercambio. Muy simpática. Durante el paseo, al acercarnos a ver un durian de cerca, un abejorro gigante picó a mi compañera, provocándole una tremenda hinchazón, y el dolor más intenso de su vida. No supimos qué bicho era, pero le dejó el brazo como Popeye.


Tras el buen rato en el aviario (excepto este último percance), dimos otra última vuelta hasta las Petronas para despedirnos. Cenamos, y a planear Singapur. Pero ese ya, será otro viaje…

Unas pequeñas advertencias para los más fiesteros y cariñosos. No hagáis esto en la calle.
Entrada de un hotel







Os dejo a bordo del misterioso vuelo del MH370…

¿DÓNDE ESTÁ EL MALAYSIA AIRLINES MH370?

 

La madrugada del 8 de marzo de 2014, el vuelo MH370 de Malaysia Airlines despegaba del aeropuerto de Kuala Lumpur con destino a Pekín. Dos horas más tarde, entrando justo en espacio aéreo vietnamita, se perdía la comunicación con el aparato.



Los medios de comunicación de todo el mundo ya se habían hecho eco de la noticia, y abrían los informativos con la imagen del Boeing 777 encabezando los titulares. ¿Cómo era posible, que en pleno siglo XXI, un avión de ese tamaño no dejara rastro? Las horas pasaban, y lo que muchos temían que fuera un accidente, no acababa por confirmarse.


 Para entender mejor el enigmático caso del MH370, intentemos conocer un poco mejor la tecnología que lo rodea, para darnos cuenta, de que, a pesar de todo, hasta los avances más punteros tienen agujeros.



El Boeing 777 es una aeronave de fabricación estadounidense con más de 20 años de vuelos en sus alas y con uno de los historiales más limpios de la aeronáutica. Un avión fiable y moderno como pocos. Con las revisiones pasadas, el piloto no dio aviso de ninguna incidencia mecánica, por lo que en principio, se hacía difícil pensar en un fallo técnico. La hipótesis del secuestro empezó a tomar importancia cuando se confirmó que el piloto cambió de rumbo y viró hacia el oeste, en dirección contraria al destino. Los radares de tierra le iban localizando, pero tenían una limitación de 300 kilómetros de alcance. Cuando el avión se internó en el inmenso océano Indico, perdieron su rastro. Pero, ¿qué hay de los satélites? Son capaces de localizar objetos de medio metro a cientos de kilómetros de distancia y hay más de mil de estos sofisticados artilugios orbitando nuestro planeta. El problema es que los más avanzados pertenecen a las grandes potencias, y no es fácil conseguir que los militares “presten” sus servicios a una causa civil, porque, evidentemente, si están buscando un avión de pasajeros, no están vigilando al enemigo. Pero, aun haciéndolo, no es fácil fotografiar a esa velocidad. De hecho, si no hay una firma térmica (explosiones, fuertes chorros de fuego) es difícil localizar el objeto en concreto.


Boeing-777 de Malaysia Airlines
Si alguien de la tripulación (como parece ser en este caso) decide desconectar el transpondedor (dispositivo para que el radar detecte al avión) y el ACARS (sistema de comunicación aire-tierra), el avión se vuelve prácticamente invisible. Pero todavía queda un “chivato” que ni siquiera desde dentro se puede inutilizar. La antena de satélite emite unos pulsos que indican que el avión sigue funcionando. Gracias a ella se supo que el aparato estuvo volando durante otras seis horas como mínimo.


Descubrieron que dos iraníes viajaban con pasaportes falsos, robados a turistas europeos en las playas de Tailandia. Interpol pone a disposición de las aerolíneas una extensa base de datos con una lista de pasaportes robados, pero a día de hoy, casi nadie la consulta. Los hombres eran unos refugiados que querían pedir asilo en Europa. Al principio se pensó en un secuestro para llevar el avión a Afganistán o Pakistán, pero una vez los expertos hubieron determinado la trayectoria hacia el sur, los que apostaban por esta hipótesis se vieron desconcertados. En esa parte del planeta no hay ninguna zona conflictiva, ni ningún país en el que pudieran aterrizar que apoye el terrorismo. De hecho, no hay nada… sólo agua. ¿Por qué hacer tantos kilómetros si sólo querían estrellarse? Entonces el suicidio empezó a ganar adeptos. No era la primera vez que un piloto decidía precipitarse al mar o a la tierra, y matarse él, y a todo el pasaje. Recordemos el vuelo de Egyptair de 1999 o el más reciente de Germanwings. Según investigaciones posteriores, parece ser que el FBI encontró un simulador en casa del piloto, en el que se había entrenado varias veces la ruta hacia el Indico que siguió aquella noche el vuelo de Malaysia Airlines. ¿Caso resuelto?
Océano Indico (izquierda)



De una u otra forma, cualquiera de las dos principales causas llevaban al mismo final. Meses después, barcos y aviones de 14 países seguían buscando los restos de la aeronave sin ningún resultado. La zona era inmensa, y como dijo un oficial australiano implicado en la búsqueda, que para buscar la aguja en el pajar, primero había que situar dicho pajar, porque no sabían ni en qué zona debían concentrarse. Años más tarde, aparecían en isla Reunión los restos del fuselaje de un avión, que, arrastrados por las mareas, habían llegado a las costas de esta paradisiaca isla francesa cercana a Madagascar. Junto con otras piezas halladas (6) en el golfo de Mozambique, se enviaron a Francia, donde expertos en aviación determinaron “con casi total seguridad” de que se trataban restos del misterioso avión de la compañía malaya. Eran de un 777 y la numeración parecía coincidir. La búsqueda se suspendió, y con ella, se acabaron las esperanzas de encontrar la caja negra que pudiera esclarecer los hechos. Se sabía (o intuía) lo que había sucedido, pero no cómo ni por qué. La caja negra (que en realidad es naranja/roja) tiene una baliza submarina que se activa al entrar en contacto con agua salada, emitiendo una señal durante 30 días. Tiempo que ya había sido sobrepasado con creces. De todos modos, otra de las limitaciones de este dispositivo clave, es que sólo graba las conversaciones de cabina de las dos últimas horas, reescribiendo encima de las anteriores. Es decir, si el momento clave fue el giro, el avión estuvo volando otras seis horas más, de las que puede que no se extrajera nada concluyente. El misterio del MH370 se cerraba, pero no se aclaraba.


Si toda esta historia os ha parecido un tanto desconcertante, no dejéis de leer, porque lo que viene a continuación (no, todavía no se ha acabado) os dejará totalmente aturdidos por lo increíble que resulta.


Hay una tesis muy atrevida circulando por ahí, cuyos defensores tratan de apoyar con datos precisos. Tengo que reconocer que cuando la conocí, me quedé con la boca abierta. Escalofriante, de verdad. Bueno, allá vamos…



Atolón similar a Diego García
Decíamos que el avión, con 239 personas a bordo, se dirigía (según todos los investigadores) hacia la nada del vasto océano Indico. ¿Se trataba de gastar el combustible y dejarse caer? O… ¿quizás si tuviera un aeropuerto al que dirigirse? Coged un mapa (o Google Earth, porque en un mapa normal a lo mejor no aparece) y ampliad el zoom todo lo que podáis al sur de las Maldivas y al este de las Seychelles. Aparentemente todo es azul, pero en medio de esa enorme masa de agua, emerge un pequeño atolón que pertenece a Gran Bretaña. Esta pequeña isla alberga una base militar estadounidense, clave para las operaciones en Oriente Medio, Asia y África. Allí, bombarderos de gran alcance están preparados para cualquier contingencia que surja en los “puntos calientes” que vigila. Desalojada la población autóctona, los americanos alquilaron este islote de 30 km a los británicos, y ahora es ocupado por soldados. Aparte de un aeropuerto, dispone de un puerto, y al parecer, también de un centro de reclutamiento donde se recluyen presos peligrosos, como terroristas. Bien… ¿y qué tiene que ver esto con el vuelo MH·370? Pues para muchos, el famoso avión pudo aterrizar allí, secuestrado por… los americanos. Y la siguiente pregunta (que os veo cada vez más desconcertados) sería… ¿y para qué querrían los americanos un simple avión comercial? Pues ahora os lo explico…

Chip

Según defienden algunos, las bodegas del MH370 transportaban algún tipo de carga, tan valiosa como misteriosa. ¿Tecnología? Pero lo más preciado para el gobierno viajaba unos metros más arriba, en los asientos del pasaje. Allí, entre los 226 pasajeros que viajaban a bordo del vuelo de la Malaysia Airlines, se encontraban varios “cerebros” que poseían conocimientos claves para nuestro futuro, o para el futuro en el que los poderosos quieren que vivamos. Si os hablo de chips con datos bancarios implantados en el cuerpo humano, a ninguno de vosotros os impresiona, ¿verdad? Creo que, de hecho, ya se ha experimentado algo parecido en una discoteca de España, y no es algo futurista, sino del presente. Pero de lo que hablamos es del desarrollo de esos chips, de su tamaño. Serían nanochips que llevarían toda nuestra información debajo de nuestra piel, y con los que nos controlarían fácilmente. Pues bien, los inventores del más sofisticado y desarrollado de estos artefactos, viajarían en ese avión. Cuatro chinos, que junto a un Rothschild (famosa estirpe de empresarios), tendrían la patente de un chip revolucionario, que podría cambiar nuestras vidas. Los defensores de esta teoría aseguran que el magnate americano estaría detrás de la empresa que va a fabricar estos chips. No hace falta decir que cuando fallecen cuatro de los propietarios, el que vive se queda con todo. Pero, además, otros tres chinos del avión serían investigadores que estaban llevando a cabo trabajos de robótica claves para nuestro futuro. Y empleados de IBM con grandes conocimientos, también iban en esa nave (se dice que uno de ellos lanzó un sms de auxilio desde el atolón muchos días después de la desaparición del avión) Es decir, el MH370 no parecía ser un vuelo comercial más, por lo menos a tenor de la importancia de algunos pasajeros que en él viajaban. Para apoyar estas teorías conspirativas, habitantes de las Maldivas afirman haber visto un enorme avión volando a baja altura el día de la tragedia. Y un estudiante de Taiwán localizó un 777 sobrevolando una zona selvática, que aseguran pertenecía a estas islas del Indico. ¿Descendía para aterrizar en el atolón Diego García? El avión podría “secuestrarse” desde tierra a través de su ordenador. Y para dar más fuerza a esta hipótesis, se dice que Estados unidos encargó un gran buque de carga para esas fechas para Diego García (¿con el propósito de diseminar por el mar el avión hecho pedazos?) Y que prohibieron viajar a este atolón. Para colmo, tres días después de perder al MH370, Rothschild (con el 100%) consiguió que le aprobaran la patente para que la empresa (contratista del gobierno de Estados Unidos) empezara a fabricar los chips.
Robots
Apabullante, ¿verdad? Es un guion digno de una superproducción de Hollywood. Muchos dicen que los americanos se adelantaron a chinos y rusos, que tenían pensado realizar el mismo secuestro, una vez el avión hubiera entrado en su espacio aéreo, para hacerse con toda esa tecnología.
Lo cierto es que me niego a creer que maten a 230 personas para secuestrar a 8 o 9, y que los tengan encerrados en un atolón en medio del Indico trabajando en la sombra para los intereses de la nación. Supongo que habría otras formas de hacerlo mucho menos traumáticas. En fin… ahí os dejo los datos para que saquéis vuestra propia opinión, y si os apetece, votar por lo que creéis que sucedió con el misterioso vuelo del Malaysia Airlines MH370.
Os dejo la encuesta.
Hasta la siguiente.