BILBAO
Museo Guggenheim |
Aprovechando que Bilbao ha sido elegida " Mejor ciudad europea
2018” por parte de la organización internacional The Academy of Urbanism, os
voy a hablar con mucho orgullo de la mejor ciudad del mundo, y no es una
bilbainada.
Vamos a dar un paseo por “el Botxo”, pero breve, porque
Bilbao da para mucho, para un blog entero, por algo somos “la capital del
mundo”.
Con una ubicación ideal rodeada de verdes montañas y muy
cerquita del mar, Bilbao ha vivido una espectacular transformación urbana,
pasando de ser una urbe gris e industrial a una ciudad de servicios limpia y
con una luz muy especial. Ha crecido en belleza sin perder su personalidad.
El 15 de junio del año 1300 Don Diego López de Haro firma en
Valladolid la carta puebla que transforma a Bilbao en villa. Era un pequeño
enclave de ferreros, comerciantes y pescadores, pero en el siglo XIX despega
vertiginosamente con la creación de los astilleros del Nervión con una potente
industria siderúrgica y de construcción naval, convirtiéndose en uno de los
puertos más importantes de Europa. Pero en el siglo XX se produjo la crisis que
obligó a Bilbao a reconvertirse en una ciudad de servicios con una espectacular
regeneración medioambiental y urbana.
Yo era muy pequeña, pero recuerdo el Bilbao de los años 80 con
el rock radical, punkies, Kale Borroka, drogas, desempleo… contaminación y
ciudad gris, pero he de admitir que me gustan esas estructuras de hierro y
acero que aún perduran y que recuerdan ese pasado industrial.
EMPEZAMOS…
Y vamos a comenzar nuestro recorrido por el mejor barrio de
Bilbao, el barrio de La Peña/Abusu, al que tengo especial
cariño por los largos ratos que paso corriendo por sus maravillosos parques a
las faldas del monte Arnotegi.
Este barrio pertenece a 2 municipios, el de Arrigorriaga y
el de Bilbao. Un pequeño puente sobre el arroyo Bolintxu es la “frontera” entre
ambos términos municipales.
Se llama así por una ermita que se fundó en el barrio de
Abusu, la Ermita de Nuestra Señora de la Peña de Francia y está ubicado en un
pronunciado meandro que describen los ríos Ibaizabal y Nervión, encajado entre
el monte Pagasarri y Ganekogorta. En los barrios de Buia y Seberetxe aún se
mantiene un ambiente y forma de vida rural que resulta chocante por encontrarse
en plena urbe bilbaína.
Antiguamente, en La Peña funcionaban molinos y ferrerías que
aprovechaban los saltos de agua del río y el mineral de hierro de las minas de
Miribilla y Ollargan y era un enclave importante para el comercio con la meseta
castellana y la ribera del Ebro.
También había una antigua isla, ya desaparecida, en medio
del río, llamada Isla de San Cristóbal, donde se ubicaba la maquinaria destinada
al abastecimiento de aguas de la villa y a la producción de energía eléctrica
para el alumbrado público.
Hay que recordar que las terribles inundaciones de 1983
castigaron fuertemente a este barrio. Debido a los destrozos se hizo una obra faraónica
y se desvió el río hacia un nuevo cauce de mayor capacidad. Este espacio se
rellenó creándose el bonito Parque de Ibaieder.
Antigua fábrica de harina de La Peña, hoy reconvertida en ikastola (Colegio) |
Bueno, ya conocéis el barrio. Y ahora nos vamos a caminar
hacia la calle Zamácola, llamada así por Simón Bernardo de Zamácola, el
escribano que provocó la “Zamacolada” de 1804. Se llamó Zamacolada a la sublevación
de las anteiglesias de Abando y Begoña contra Zamácola, por querer imponer el
servicio militar obligatorio. Es la última de las llamadas matxinadas, que
fueron unas revueltas producidas en varios momentos a lo largo del siglo XVIII
por diversos motivos: económicos, políticos, sociales… Toman su nombre de San
Martín (Matxín), patrono de los ferrones, y solían enfrentar a las clases
populares con las aristocráticas. En la iglesia de San Antón se puede observar
una placa en memoria de los cabecillas de la matxinada de la Sal de 1634 que
fueron ejecutados en sus muros.
Puente e iglesia de San Antón Placa de la machinada de la Sal |
De ahí pasamos por el muelle de Urazurrutia y la Casa Cuna
donde estaba la primera guardería de Bilbao (1884) hasta llegar al Puente de
San Antón. Aquí existía un vado por donde cruzaban los arrieros con lana y
cereal de Castilla.
Iglesia de San Antón |
Comienza el muelle de
Marzana, en el que antiguamente las gabarras cargaban el mineral hasta Olabeaga.
Este muelle peatonal está lleno de encanto con casas de color pastel. En el suelo
hay diversas placas grabadas en las que se recogen citas relacionadas con la
historia de la villa de Bilbao: un fragmento de la Carta Puebla de Bilbao
(1300), una cita del licenciado Poza, textos de Shakespeare en referencia a los
hierros de Bilbao, una poesía de Gabriel Aresti…
Muelle de Marzana |
Pasamos por el puente
La Ribera, llegando al muelle de la
Merced, con su iglesia barroca que hoy es un interesante centro cultural
llamado Bilborock.
Vista del Casco Viejo con el puente de La Ribera |
Y ahora comienza el muelle
de La Naja... Por la calle Bailén llegamos a la estación de la Concordia, del arquitecto Achúcarro. A su lado el “primer rascacielos” de la villa.
Estación de Abando Estación de La Concordia |
Primer rascacielos de Bilbao (Bailén) Ayuntamiento |
Continuamos por el puente
del Arenal, que unía el Casco Viejo y la “República” de Abando. Y de muelle
en muelle y de puente a puente llegamos al muelle
de Ripa y al puente del Ayuntamiento y el bonito paseo de Uribitarte con el puente
Zubizuri de Calatrava, famoso por la oleada de patinazos y caídas que se
producían los días de lluvia. Para evitarlo colocaron una alfombra.
Ayuntamiento |
Con la estampa de las torres de Isozaki, llamadas así por el
arquitecto japonés que las ideó, nos adelanta el verde tranvía y llegamos a la Campa de los Ingleses, donde existía un
camposanto inglés en el S. XIX y donde dicen que los bilbaínos aprendieron a
jugar al fútbol viendo como jugaban los marinos ingleses.
Puente Zubizuri-Torres Isozaki
|
Puente de La Salve |
Pasando el puente de La Salve llegamos al archiconocido museo
Guggenheim, de Frank Gehry, custodiado por Puppy, de Jeff Koons y con su
inquietante araña de bronce de 10 m de la parisina Louise Bourgeois.
Museo Guggenheim |
Guggenheim y "Puppy" |
Escultura Guggenheim |
Al frente, la universidad
de Deusto. Destaca el edificio de la Universidad Comercial fundada por
Pedro de Icaza y regida por los jesuitas. Con el crecimiento industrial, los
empresarios bilbaínos necesitaban centros de formación cerca de sus
establecimientos, y la financiación para tal proyecto vino de los tíos
emigrantes de Icaza, al que dejaron su legado.
Continuando nuestro periplo llegamos al Palacio Euskalduna, ubicado donde estaba el astillero del mismo nombre. Palacio de congresos y de la música cuyo diseño está inspirado en la ópera “El buque fantasma” de Wagner.
Universidad de Deusto |
Más adelante, el museo
Marítimo con la famosa grúa “Carola”
de color rojo, llamada así por una bella muchacha de Deusto que cruzaba en bote
todos los días y era la admiración de los trabajadores. Este muelle se llama Ramón
de la Sota, armador que junto con Eduardo Aznar fundó los astilleros de
Euskalduna.
Grúa Carola |
Seguimos por el muelle
de Olabeaga lugar de antiguos astilleros por los que campeaban marineros de
diferentes países. Esto hizo que el barrio fuera conocido como “Noruega” y
tenía serios problemas de inseguridad por las constantes peleas entre los
marineros extranjeros y los vecinos de la villa. Tras las duras travesías, los
marineros venían con ganas de divertirse y se desmadraban en las tabernas de
Olabeaga, que ofrecían todo tipo de actividades, como el juego, la prostitución y
el consumo excesivo de alcohol. Y al fondo se vislumbra el barrio de Zorrotza.
Muelle de Olabeaga
|
San Mamés |
Zorrozaurre es el
nombre que recibe la península que se formó después de la excavación del canal
de Deusto, en plena expansión industrial. Tuvo su apogeo en la década de 1950
con multitud de grandes fábricas. Actualmente está en pleno proyecto de
regeneración urbana.
Tras este periplo por la margen izquierda de la ría,
retrocedemos hasta el puente Euskalduna
y cruzamos a la margen derecha para llegar a la Ribera de Deusto y el Campo
Volantín, donde la burguesía local del siglo XIX construyó sus mansiones
veraniegas.
Palacio Olabarri |
Bueno, después de este paseíto para ir tomando contacto con
la villa, ahora os voy a hablar muy ligeramente de las diferentes zonas y
barrios. Os contaré lo más destacable y voy a comenzar por el Casco Viejo.
CASCO VIEJO
El alma de la ciudad, con sus tradicionales 7 calles que
conducen hasta la Ría. Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería
Vieja, Barrencalle y Barrencalle Barrena.
LA PLAZA NUEVA:
Plaza porticada con 64 arcos que acoge un curioso mercado dominical en el que
muchos hemos pasado horas de nuestra niñez cambiando cromos y comprando objetos
de coleccionismo como monedas, sellos, libros, fotos antiguas….
En los soportales podemos encontrar un montón de bares,
tiendas y restaurantes entre los que destacan el Víctor Montes. En este
restaurante, antiguamente había una tienda de ultramarinos, en la que se
vendían chocolates, especias, vinos… productos difíciles de encontrar en la
gastronomía bilbaína. Por este restaurante han pasado personajes conocidos como
Oliver Stone, Jeremy Irons, Alberto de Mónaco o Bono, y en 1997, Gehry, Thomas
Krens y Vidarte firmaron aquí el proyecto Guggenheim.
Se dice que en 1872 se celebró en la Plaza Nueva una fiesta
veneciana durante la visita de Amadeo I de Saboya y para ello se inundó la
plaza y se creó un estanque artificial donde los festivaleros se disfrazaron de
venecianos y navegaron en góndola.
MERCADO DE LA RIBERA:
De 1929, decoración Art Decó y con bonitas vidrieras. En 1990 es reconocido
como el Mercado Municipal de Abastos más completo, siendo el más grande en
cuanto a número de comerciantes y puestos, y el mayor mercado cubierto de
Europa.
Mercado de abastos de La Ribera |
IGLESIA Y PUENTE DE
SAN ANTÓN: De 1433, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad.
CATEDRAL DE SANTIAGO:
Dedicada al apóstol Santiago, patrón oficial de Bilbao desde 1643. El templo
primitivo ya existía antes de la fundación de la villa, pero el edificio gótico
actual se inició a finales del siglo XIV. Fachada neoclásica.
ESTACIÓN DE ATXURI
: De 1913, oficina central de Eusko Tren y trenes a Donostia y Bermeo.
CASA NATAL DE MIGUEL
DE UNAMUNO: En el nº 16 de la calle Ronda.
Teatro Arriaga |
CALZADAS DE MALLONA:
Escalinata que sube hasta el primer cementerio que tuvo Bilbao, del que solo
queda el gran arco neoclásico de la entrada.
BASÍLICA DE BEGOÑA:
Gótica y construida donde se dice que apareció la virgen en el siglo XVI.
Patrona de Bizkaia y a donde suben los jugadores del Athletic a ofrecer sus
triunfos a la “amatxu”.
IGLESIA DE SAN
NICOLÁS DE BARI: Patrón de los navegantes. Barroca. Fue cuartel durante las
guerras napoleónicas y parque de artillería en las guerras carlistas.
CALLE Y FUENTE DEL
PERRO: Fuente neoclásica. Las 3 figuras de sus caños son cabezas de leones
que parecen perros.
BIBLIOTECA DE
BIDEBARRIETA: Antiguamente era la sociedad político-recreativa “El Sitio”,
nido de las ideas liberales. Fachada afrancesada de Achúcarro y bonita
escalinata central en su interior.
EDIFICIO DE LA
ANTIGUA BOLSA PALACIO JOHN: A pesar de su nombre, nunca tuvo actividades
relacionadas con la compra-venta de valores. Durante el S. XVIII emigrantes
centroeuropeos se instalaron en la villa, arrendando este edificio como casa
comercial. Uno de sus propietarios fue Leandro John.
IGLESIA DE LOS SANTOS
JUANES: De los Jesuitas y comparte edificio con el Museo Vasco.
CALLE PELOTA:
donde antiguamente había un frontón y donde se ubica la peña del Athletic.
CLUB COCHERITO:
club taurino.
KIOSKO DEL ARENAL:
El Arenal era una playa y astillero. Actualmente zona de paseo y donde se
instalan las "txoznas" (carpas) durante la Aste Nagusia, las fiestas de Bilbao.
Iglesia de los Santos Juanes Fuente del Perro |
Calzadas de Mallona Estación de Atxuri |
Teatro Arriaga desde El Arenal Iglesia de San Nicolás |
También es reseñable el esfuerzo que se está realizando en
la recuperación de “Bilbao la Vieja”. Una zona anteriormente
degradada y que está adquiriendo una fuerte personalidad. El primer sábado de
cada mes se celebra el Mercado Dos de Mayo, una especie de rastro vintage con
orientación sociocultural en el que se venden todo tipo de objetos y prendas de
segunda mano.
POR LA GRAN VIA Y SU ENTORNO…
LA PLAZA CIRCULAR
abre la Gran Vía bilbaína con la estatua de su fundador Don Diego López de
Haro. Es la principal arteria del Ensanche de Bilbao y podemos encontrar
entidades bancarias, tiendas de moda, el palacio de la Diputación, la Plaza de
Moyúa, el Hotel Carlton, el Palacio
Chávarri (sede del gobierno), Parque
de Doña Casilda de Iturrizar, La
Misericordia (antiguo centro de recogida de huérfanos y hoy residencia de
ancianos con bonitos jardines), Museo de
Bellas Artes, el teatro Campos Elíseos
con estilo Art Noveau, la Torre Iberdrola construida en el 2012 que mide 165 m
de altura y tiene 41 plantas … y el famoso estadio de San Mamés, “La Catedral”.
Teatro Campos Elíseos |
Museo Bellas Artes |
Vista desde el Parque de Doña Casilda |
Don Diego López de Haro |
Plaza Moyúa |
Plaza Moyúa |
Hotel Carlton |
Palacio de La Diputación |
Palacio Chávarri |
Especial cariño tengo a la ALHÓNDIGA por los agradables ratos que paso en su biblioteca. Antiguo
almacén de vinos, fue convertido en centro cultural por el diseñador francés
Philippe Starck. También cuenta con salas de cine, gimnasio y restaurantes como
el Yandiola, auténtica referencia gastronómica.
Alhóndiga |
LOS JARDINES DE ALBIA:
plaza con solera y con la estatua de Antonio Trueba, el Café Iruña de 1903
bellamente decorado con un estilo neomudejar y el Café Antzokia.
ALAMEDA MAZARREDO:
Con edificios de gran valor arquitectónico como el Palacio Ibaigane, construido por Ramón de la Sota, empresario naviero,
hoy es la sede del Athletic Club de Bilbao.
POR LOS BARRIOS…
Casa de Los Aldeanos Casa Arróspide |
BASURTO: que toma
su nombre del más antiguo de los linajes de la anteiglesia de Abando,
casa-torre que ocupaba el solar donde hoy está el Hospital de Basurto. La plaza
Aita Donosti, el albergue juvenil, barrio de Altamira y arriba del todo el
parque Kobetas con sus inmensas praderas donde se celebra el festival rockero
BBK Live, y el barrio MASUSTEGI con sus casitas obreras.
Hospital de Basurto |
AMÉZOLA: con el
polideportivo de La Casilla y la Plaza de Toros de Vista Alegre, una de las más
importantes de España.
IRALA-BARRI: toma
su nombre de su benefactor Juan José de Irala, empresario de la famosa “Harino
Panadera” y promotor de las viviendas económicas de Iralabarri. Este barrio
tiene especial encanto con sus casas de colores estilo inglés de la calle
Zuberoa, que se proyectaron para albergar obreros y empleados de clase media.
Casas en Irala |
EL PEÑASCAL: En
el Peñascal, al igual que en otros barrios de Bilbao como Uretamendi o La Peña,
se produjo el fenómeno del chabolismo. Durante los años 50 llegaron masivamente
miles de inmigrantes en busca de trabajo. Ante el déficit de viviendas y los
altos precios, se vieron obligados a vivir en chabolas diseminadas por las
laderas de los montes. Incluso era común que quien abandonaba la chabola la
alquilaba a otros, por lo que el problema, lejos de arreglarse, persistía.
DEUSTO: La
anteiglesia de San Pedro de Deusto fue municipio independiente hasta 1925. Se
dividía en La Ribera portuaria e industrial y la zona interior rural con amplias
campas y caseríos donde se producía chacolí y se cultivaban los mejores tomates
de Bizkaia, de ahí que a sus vecinos se les llamara “tomateros”.
A lo largo de La Ribera fueron levantándose una serie de
talleres y fábricas como la de Artiach y Coromina Industrial (fábrica de
anhídrido carbónico), e incluso una industria conservera pionera en el País
Vasco.
Podemos encontrar la Universidad de Deusto y diversos
barrios como San Ignacio, Arangoiti o Ibarrekolanda donde está la Facultad de
Ciencias Económicas y Empresariales de la UPV (Universidad del País Vasco).
Entre 1932 y 1936 se construyó el puente de Deusto, un
puente levadizo que comunica el barrio con Abando.
Destaca el edificio
“El tigre” situado en Botica Vieja. Este peculiar edificio es uno de los
símbolos del pasado industrial de Bilbao y fue diseñado por Pedro Ispizua en
1940 para alojar la fábrica de correas del industrial Jesús Muñoz Mendizábal.
El edificio es sobrio pero destaca porque sirve de pedestal para una enorme
escultura de un tigre (al que mucha gente confunde con una leona) obra del
escultor vasco Joaquín Lucarini.
Si queréis disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad
y pasear por agradables espacios verdes salpicados de bares y buenos
restaurantes, os recomiendo subir al MONTE
ARTXANDA en su emblemático funicular. El primer viaje del funicular de
Artxanda se realizó en 1915. A finales del siglo XIX ya existían en las laderas
de Artxanda los populares chacolís: establecimientos austeros donde, además de
degustar el típico vino vasco que les daba nombre, se podía disfrutar de
suculentas comidas a la sombra de las parras.
Durante la guerra civil, en 1937, este bucólico espacio de
ocio se convirtió en escenario de cruentas batallas por la defensa de Bilbao.
"El Botxo" desde el Monte Artxanda |
Funicular de Artxanda |
URETAMENDI, REKALDE,
SAN ADRIAN, MIRIBILLA (surgida sobre el antiguo coto minero del Monte
Miravilla), TXURDINAGA, OTXARKOAGA,
SANTUTXU (es como una pequeña ciudad por su elevada densidad de población),
MATIKO… estos barrios esconden
rincones que merecen visitarse y todos ellos tienen una fuerte personalidad y
carácter.
Bilbao Arena |
Miribilla |
Bueno, y somos tan auténticos que tenemos nuestros propios deportes, como el levantamiento de
piedra (harrijasotzailes), prueba de bueyes (idi probak), corta de troncos
(aizkolaris), regatas de traineras, soka-tira, pelota mano, cesta punta… y
nuestros propios instrumentos musicales como el txistu, el tamboril,
la triki-trixa, la alboka, la dulzaina… y nuestros personajes “estrafalarios”
(los chirenes).
Y qué decir de
nuestra gastronomía con el bacalao
al pil-pil, chipirones en su tinta, la merluza, el chuletón, la cuajada, los
perretxikos (setas), angulas, anchoa, bonito, el pisto, porrusalda… Y por
tener, tenemos hasta nuestros propios pasteles
como el pastel de arroz (que paradójicamente no lleva ni un grano de arroz),
el bollo de mantequilla y la carolina. Este pastel se llama así, porque a la
hija de un pastelero le encantaba el merengue. Esta niña se llamaba Carolina. Como
el merengue era difícil de comer, el pastelero lo montó sobre una base de
hojaldre y lo decoró con una lámina de huevo y chocolate y así nació la codiciada carolina con sus característicos “michelines” de merengue.
También nuestro propio turrón
llamado Sokonusko, nuestra propia agua
de Bilbao (es champán), nuestra propia lluvia débil llamada sirimiri, nuestro propio color azul (el azul Bilbao
indescriptible) y nuestra propia baldosa
diseñada en 1942.
Hasta nuestro propio dentífrico,
el Licor del Polo. Salustiano de Orive inventó en su farmacia de la calle Askao
el famoso Licor del Polo y en 1908 donó 15000 pesetas en cepillos de dientes
para repartir entre los escolares.
Y qué decir del chiquiteo (poteo) en cuadrilla por los
bares, los pintxos, el Olentzero, los txokos (sociedades gastronómicas), los bertsolaris…
Vamos, que somos únicos!
Murales |
EL MISTERIO…
Y para despedirme, como este blog es de viajes y misterio,
una breve leyenda relacionada con “El paseo de los caños”, cercano a mi querido
barrio.
Este bonito paseo se llama así porque bajo sus baldosas
discurrían unos acueductos (caños) que suministraban agua al actual Casco Viejo
en un bucólico paisaje de hayas y chopos por el que solía pasear Unamuno.
A la entrada del paseo, las losas tenían dos marcas con
forma de huella, una de pie grosero, grande y feo, y la otra de pie pequeño y
delicado. Se les llamaba “el pie del diablo” y “el pie del ángel” y según la
leyenda, ambas huellas fueron impresas por sendos saltos que dieron desde la
otra orilla un ángel y un demonio.
Cuenta la leyenda, que en el barrio de Bilbao La Vieja vivía
una humilde familia que tenía una hija extremadamente bella, de unas 18
primaveras. Borrachos y camorristas la acosaban y el mismo diablo debía de
andar mezclado entre ellos. También cuentan que a la joven la protegía su Ángel
de la guarda.
Eran tiempos duros y la falta de agua potable en la
barriada, entre otras cosas, había afectado irremediablemente a su débil salud.
Cuando la joven estaba a punto de morir, el ángel la cogió en brazos. Dando un
gran salto alcanzó el Paseo de Los caños, posando su pie en una de las losas y
cogiendo impulso voló hacia Miraflores, donde debía de emprender el camino al
cielo. El diablo, que pretendía arrebatarle el alma de la joven, salió tras él
e igualmente saltó hasta el paseo, dejando grabada su huella unas diez losas
atrás. No pudo alcanzarles y furioso se escondió en una cueva próxima. Dicen
que, de tiempo en tiempo, sale de ella para tentar a los más perversos.
Bonita leyenda de despedida!
Agur!