jueves, 17 de mayo de 2018

BILBAO - Nuestra ciudad. - "Mejor ciudad europea 2018"



BILBAO

Esta entrada es especial para mí, ya que se trata de un paseo por mi ciudad, al lado de mi compañera de aventuras. Ella es la autora de este recorrido, que espero disfrutéis. Estoy seguro de que os gustará. Os dejo con la mejor guía...


Museo Guggenheim

 


Aprovechando que Bilbao ha sido elegida " Mejor ciudad europea 2018” por parte de la organización internacional The Academy of Urbanism, os voy a hablar con mucho orgullo de la mejor ciudad del mundo, y no es una bilbainada.



Vamos a dar un paseo por “el Botxo”, pero breve, porque Bilbao da para mucho, para un blog entero, por algo somos “la capital del mundo”.

Con una ubicación ideal rodeada de verdes montañas y muy cerquita del mar, Bilbao ha vivido una espectacular transformación urbana, pasando de ser una urbe gris e industrial a una ciudad de servicios limpia y con una luz muy especial. Ha crecido en belleza sin perder su personalidad.

El 15 de junio del año 1300 Don Diego López de Haro firma en Valladolid la carta puebla que transforma a Bilbao en villa. Era un pequeño enclave de ferreros, comerciantes y pescadores, pero en el siglo XIX despega vertiginosamente con la creación de los astilleros del Nervión con una potente industria siderúrgica y de construcción naval, convirtiéndose en uno de los puertos más importantes de Europa. Pero en el siglo XX se produjo la crisis que obligó a Bilbao a reconvertirse en una ciudad de servicios con una espectacular regeneración medioambiental y urbana.

Yo era muy pequeña, pero recuerdo el Bilbao de los años 80 con el rock radical, punkies, Kale Borroka, drogas, desempleo… contaminación y ciudad gris, pero he de admitir que me gustan esas estructuras de hierro y acero que aún perduran y que recuerdan ese pasado industrial.



EMPEZAMOS…


Y vamos a comenzar nuestro recorrido por el mejor barrio de Bilbao, el barrio de La Peña/Abusu, al que tengo especial cariño por los largos ratos que paso corriendo por sus maravillosos parques a las faldas del monte Arnotegi.

Este barrio pertenece a 2 municipios, el de Arrigorriaga y el de Bilbao. Un pequeño puente sobre el arroyo Bolintxu es la “frontera” entre ambos términos municipales.

Se llama así por una ermita que se fundó en el barrio de Abusu, la Ermita de Nuestra Señora de la Peña de Francia y está ubicado en un pronunciado meandro que describen los ríos Ibaizabal y Nervión, encajado entre el monte Pagasarri y Ganekogorta. En los barrios de Buia y Seberetxe aún se mantiene un ambiente y forma de vida rural que resulta chocante por encontrarse en plena urbe bilbaína.

Antiguamente, en La Peña funcionaban molinos y ferrerías que aprovechaban los saltos de agua del río y el mineral de hierro de las minas de Miribilla y Ollargan y era un enclave importante para el comercio con la meseta castellana y la ribera del Ebro.

También había una antigua isla, ya desaparecida, en medio del río, llamada Isla de San Cristóbal, donde se ubicaba la maquinaria destinada al abastecimiento de aguas de la villa y a la producción de energía eléctrica para el alumbrado público.

Hay que recordar que las terribles inundaciones de 1983 castigaron fuertemente a este barrio. Debido a los destrozos se hizo una obra faraónica y se desvió el río hacia un nuevo cauce de mayor capacidad. Este espacio se rellenó creándose el bonito Parque de Ibaieder.
       Antigua fábrica de harina de La Peña, hoy reconvertida en ikastola (Colegio)

         
Bueno, ya conocéis el barrio. Y ahora nos vamos a caminar hacia la calle Zamácola, llamada así por Simón Bernardo de Zamácola, el escribano que provocó la “Zamacolada” de 1804. Se llamó Zamacolada a la sublevación de las anteiglesias de Abando y Begoña contra Zamácola, por querer imponer el servicio militar obligatorio. Es la última de las llamadas matxinadas, que fueron unas revueltas producidas en varios momentos a lo largo del siglo XVIII por diversos motivos: económicos, políticos, sociales… Toman su nombre de San Martín (Matxín), patrono de los ferrones, y solían enfrentar a las clases populares con las aristocráticas. En la iglesia de San Antón se puede observar una placa en memoria de los cabecillas de la matxinada de la Sal de 1634 que fueron ejecutados en sus muros.


Puente e iglesia de San Antón                    Placa de la machinada de la Sal         


De ahí pasamos por el muelle de Urazurrutia y la Casa Cuna donde estaba la primera guardería de Bilbao (1884) hasta llegar al Puente de San Antón. Aquí existía un vado por donde cruzaban los arrieros con lana y cereal de Castilla.
Iglesia de San Antón


Comienza el muelle de Marzana, en el que antiguamente las gabarras cargaban el mineral hasta Olabeaga. Este muelle peatonal está lleno de encanto con casas de color pastel. En el suelo hay diversas placas grabadas en las que se recogen citas relacionadas con la historia de la villa de Bilbao: un fragmento de la Carta Puebla de Bilbao (1300), una cita del licenciado Poza, textos de Shakespeare en referencia a los hierros de Bilbao, una poesía de Gabriel Aresti…
Muelle de Marzana


Pasamos por el puente La Ribera, llegando al muelle de la Merced, con su iglesia barroca que hoy es un interesante centro cultural llamado Bilborock.
Vista del Casco Viejo con el puente de La Ribera


Y ahora comienza el muelle de La Naja... Por la calle Bailén llegamos a la estación de la Concordia, del arquitecto Achúcarro. A su lado el “primer rascacielos” de la villa.
               Estación de Abando                                Estación de La Concordia        
           
         Primer rascacielos de Bilbao (Bailén)                            Ayuntamiento                   

               
             


Continuamos por el puente del Arenal, que unía el Casco Viejo y la “República” de Abando. Y de muelle en muelle y de puente a puente llegamos al muelle de Ripa y al puente del Ayuntamiento y el bonito paseo de Uribitarte con el puente Zubizuri de Calatrava, famoso por la oleada de patinazos y caídas que se producían los días de lluvia. Para evitarlo colocaron una alfombra.
Ayuntamiento


Con la estampa de las torres de Isozaki, llamadas así por el arquitecto japonés que las ideó, nos adelanta el verde tranvía y llegamos a la Campa de los Ingleses, donde existía un camposanto inglés en el S. XIX y donde dicen que los bilbaínos aprendieron a jugar al fútbol viendo como jugaban los marinos ingleses.
Puente Zubizuri-Torres Isozaki



      
                                       Puente de La Salve
        


Pasando el puente de La Salve llegamos al archiconocido museo Guggenheim, de Frank Gehry, custodiado por Puppy, de Jeff Koons y con su inquietante araña de bronce de 10 m de la parisina Louise Bourgeois.

Museo Guggenheim

Guggenheim y "Puppy"
          
Escultura Guggenheim
Al frente, la universidad de Deusto. Destaca el edificio de la Universidad Comercial fundada por Pedro de Icaza y regida por los jesuitas. Con el crecimiento industrial, los empresarios bilbaínos necesitaban centros de formación cerca de sus establecimientos, y la financiación para tal proyecto vino de los tíos emigrantes de Icaza, al que dejaron su legado.



Continuando nuestro periplo llegamos al Palacio Euskalduna, ubicado donde estaba el astillero del mismo nombre. Palacio de congresos y de la música cuyo diseño está inspirado en la ópera “El buque fantasma” de Wagner.
Universidad de Deusto

Más adelante, el museo Marítimo con la famosa grúa “Carola” de color rojo, llamada así por una bella muchacha de Deusto que cruzaba en bote todos los días y era la admiración de los trabajadores. Este muelle se llama Ramón de la Sota, armador que junto con Eduardo Aznar fundó los astilleros de Euskalduna.
Grúa Carola


Seguimos por el muelle de Olabeaga lugar de antiguos astilleros por los que campeaban marineros de diferentes países. Esto hizo que el barrio fuera conocido como “Noruega” y tenía serios problemas de inseguridad por las constantes peleas entre los marineros extranjeros y los vecinos de la villa. Tras las duras travesías, los marineros venían con ganas de divertirse y se desmadraban en las tabernas de Olabeaga, que ofrecían todo tipo de actividades, como el juego, la prostitución y el consumo excesivo de alcohol. Y al fondo se vislumbra el barrio de Zorrotza.
Muelle de Olabeaga

San Mamés
Rivera de Deusto


Zorrozaurre es el nombre que recibe la península que se formó después de la excavación del canal de Deusto, en plena expansión industrial. Tuvo su apogeo en la década de 1950 con multitud de grandes fábricas. Actualmente está en pleno proyecto de regeneración urbana.

Tras este periplo por la margen izquierda de la ría, retrocedemos hasta el puente Euskalduna y cruzamos a la margen derecha para llegar a la Ribera de Deusto y el Campo Volantín, donde la burguesía local del siglo XIX construyó sus mansiones veraniegas.
Palacio Olabarri




Bueno, después de este paseíto para ir tomando contacto con la villa, ahora os voy a hablar muy ligeramente de las diferentes zonas y barrios. Os contaré lo más destacable y voy a comenzar por el Casco Viejo.




CASCO VIEJO


El alma de la ciudad, con sus tradicionales 7 calles que conducen hasta la Ría. Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle y Barrencalle Barrena.

LA PLAZA NUEVA: Plaza porticada con 64 arcos que acoge un curioso mercado dominical en el que muchos hemos pasado horas de nuestra niñez cambiando cromos y comprando objetos de coleccionismo como monedas, sellos, libros, fotos antiguas….        


En los soportales podemos encontrar un montón de bares, tiendas y restaurantes entre los que destacan el Víctor Montes. En este restaurante, antiguamente había una tienda de ultramarinos, en la que se vendían chocolates, especias, vinos… productos difíciles de encontrar en la gastronomía bilbaína. Por este restaurante han pasado personajes conocidos como Oliver Stone, Jeremy Irons, Alberto de Mónaco o Bono, y en 1997, Gehry, Thomas Krens y Vidarte firmaron aquí el proyecto Guggenheim.

Se dice que en 1872 se celebró en la Plaza Nueva una fiesta veneciana durante la visita de Amadeo I de Saboya y para ello se inundó la plaza y se creó un estanque artificial donde los festivaleros se disfrazaron de venecianos y navegaron en góndola.


MERCADO DE LA RIBERA: De 1929, decoración Art Decó y con bonitas vidrieras. En 1990 es reconocido como el Mercado Municipal de Abastos más completo, siendo el más grande en cuanto a número de comerciantes y puestos, y el mayor mercado cubierto de Europa.

Mercado de abastos de La Ribera


IGLESIA Y PUENTE DE SAN ANTÓN: De 1433, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad.

CATEDRAL DE SANTIAGO: Dedicada al apóstol Santiago, patrón oficial de Bilbao desde 1643. El templo primitivo ya existía antes de la fundación de la villa, pero el edificio gótico actual se inició a finales del siglo XIV. Fachada neoclásica.

ESTACIÓN DE ATXURI : De 1913, oficina central de Eusko Tren y trenes a Donostia y Bermeo.

CASA NATAL DE MIGUEL DE UNAMUNO: En el nº 16 de la calle Ronda.


TEATRO ARRIAGA: Neoclásico modernista de 1890 y llamado así por el compositor Juan Crisóstomo de Arriaga, e inspirado en la Opera de París.

Teatro Arriaga

CALZADAS DE MALLONA: Escalinata que sube hasta el primer cementerio que tuvo Bilbao, del que solo queda el gran arco neoclásico de la entrada.

BASÍLICA DE BEGOÑA: Gótica y construida donde se dice que apareció la virgen en el siglo XVI. Patrona de Bizkaia y a donde suben los jugadores del Athletic a ofrecer sus triunfos a la “amatxu”.

IGLESIA DE SAN NICOLÁS DE BARI: Patrón de los navegantes. Barroca. Fue cuartel durante las guerras napoleónicas y parque de artillería en las guerras carlistas.

CALLE Y FUENTE DEL PERRO: Fuente neoclásica. Las 3 figuras de sus caños son cabezas de leones que parecen perros.

BIBLIOTECA DE BIDEBARRIETA: Antiguamente era la sociedad político-recreativa “El Sitio”, nido de las ideas liberales. Fachada afrancesada de Achúcarro y bonita escalinata central en su interior.

EDIFICIO DE LA ANTIGUA BOLSA PALACIO JOHN: A pesar de su nombre, nunca tuvo actividades relacionadas con la compra-venta de valores. Durante el S. XVIII emigrantes centroeuropeos se instalaron en la villa, arrendando este edificio como casa comercial. Uno de sus propietarios fue Leandro John.

IGLESIA DE LOS SANTOS JUANES: De los Jesuitas y comparte edificio con el Museo Vasco.

CALLE PELOTA: donde antiguamente había un frontón y donde se ubica la peña del Athletic.

CLUB COCHERITO: club taurino.

KIOSKO DEL ARENAL: El Arenal era una playa y astillero. Actualmente zona de paseo y donde se instalan las "txoznas" (carpas) durante la Aste Nagusia, las fiestas de Bilbao.

PLAZA UNAMUNO: Con el busto de Unamuno encaramado en lo alto de una columna. 

Iglesia de los Santos Juanes                               Fuente del Perro                



Calzadas de Mallona                                 Estación de Atxuri       




                  Teatro Arriaga desde El Arenal                         Iglesia de San Nicolás                             










También es reseñable el esfuerzo que se está realizando en la recuperación de “Bilbao la Vieja”. Una zona anteriormente degradada y que está adquiriendo una fuerte personalidad. El primer sábado de cada mes se celebra el Mercado Dos de Mayo, una especie de rastro vintage con orientación sociocultural en el que se venden todo tipo de objetos y prendas de segunda mano.
        







POR LA GRAN VIA Y SU ENTORNO…


LA PLAZA CIRCULAR abre la Gran Vía bilbaína con la estatua de su fundador Don Diego López de Haro. Es la principal arteria del Ensanche de Bilbao y podemos encontrar entidades bancarias, tiendas de moda, el palacio de la Diputación, la Plaza de Moyúa, el Hotel Carlton, el Palacio Chávarri (sede del gobierno), Parque de Doña Casilda de Iturrizar, La Misericordia (antiguo centro de recogida de huérfanos y hoy residencia de ancianos con bonitos jardines), Museo de Bellas Artes, el teatro Campos Elíseos con estilo Art Noveau, la Torre Iberdrola construida en el 2012 que mide 165 m de altura y tiene 41 plantas … y el famoso estadio de San Mamés, “La Catedral”.


         
Teatro Campos Elíseos
                             
                              Museo Bellas Artes





Vista desde el Parque de Doña Casilda

Don Diego López de Haro
Plaza Moyúa
Plaza Moyúa
Hotel Carlton
Palacio de La Diputación
Palacio Chávarri




Especial cariño tengo a la ALHÓNDIGA por los agradables ratos que paso en su biblioteca. Antiguo almacén de vinos, fue convertido en centro cultural por el diseñador francés Philippe Starck. También cuenta con salas de cine, gimnasio y restaurantes como el Yandiola, auténtica referencia gastronómica.


Alhóndiga

LOS JARDINES DE ALBIA: plaza con solera y con la estatua de Antonio Trueba, el Café Iruña de 1903 bellamente decorado con un estilo neomudejar y el Café Antzokia.

ALAMEDA MAZARREDO: Con edificios de gran valor arquitectónico como el Palacio Ibaigane, construido por Ramón de la Sota, empresario naviero, hoy es la sede del Athletic Club de Bilbao.







POR LOS BARRIOS…




INDAUTXU: cruce de calles principales en una moderna plaza donde encontramos la llamada casa de los Aldeanos, con sus bonitos murales en la fachada y la Casa Arróspide que albergó el rectorado de la universidad. Se trata de una zona comercial con un montón de tiendas, restaurantes y pubs como el Cotton Club.
                                          Casa de Los Aldeanos                                Casa Arróspide                                                   


BASURTO: que toma su nombre del más antiguo de los linajes de la anteiglesia de Abando, casa-torre que ocupaba el solar donde hoy está el Hospital de Basurto. La plaza Aita Donosti, el albergue juvenil, barrio de Altamira y arriba del todo el parque Kobetas con sus inmensas praderas donde se celebra el festival rockero BBK Live, y el barrio MASUSTEGI con sus casitas obreras.
Hospital de Basurto


AMÉZOLA: con el polideportivo de La Casilla y la Plaza de Toros de Vista Alegre, una de las más importantes de España.

IRALA-BARRI: toma su nombre de su benefactor Juan José de Irala, empresario de la famosa “Harino Panadera” y promotor de las viviendas económicas de Iralabarri. Este barrio tiene especial encanto con sus casas de colores estilo inglés de la calle Zuberoa, que se proyectaron para albergar obreros y empleados de clase media.

Casas en Irala


EL PEÑASCAL: En el Peñascal, al igual que en otros barrios de Bilbao como Uretamendi o La Peña, se produjo el fenómeno del chabolismo. Durante los años 50 llegaron masivamente miles de inmigrantes en busca de trabajo. Ante el déficit de viviendas y los altos precios, se vieron obligados a vivir en chabolas diseminadas por las laderas de los montes. Incluso era común que quien abandonaba la chabola la alquilaba a otros, por lo que el problema, lejos de arreglarse, persistía.

DEUSTO: La anteiglesia de San Pedro de Deusto fue municipio independiente hasta 1925. Se dividía en La Ribera portuaria e industrial y la zona interior rural con amplias campas y caseríos donde se producía chacolí y se cultivaban los mejores tomates de Bizkaia, de ahí que a sus vecinos se les llamara “tomateros”.

A lo largo de La Ribera fueron levantándose una serie de talleres y fábricas como la de Artiach y Coromina Industrial (fábrica de anhídrido carbónico), e incluso una industria conservera pionera en el País Vasco.

Podemos encontrar la Universidad de Deusto y diversos barrios como San Ignacio, Arangoiti o Ibarrekolanda donde está la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPV (Universidad del País Vasco).

Entre 1932 y 1936 se construyó el puente de Deusto, un puente levadizo que comunica el barrio con Abando.

Destaca el edificio “El tigre” situado en Botica Vieja. Este peculiar edificio es uno de los símbolos del pasado industrial de Bilbao y fue diseñado por Pedro Ispizua en 1940 para alojar la fábrica de correas del industrial Jesús Muñoz Mendizábal. El edificio es sobrio pero destaca porque sirve de pedestal para una enorme escultura de un tigre (al que mucha gente confunde con una leona) obra del escultor vasco Joaquín Lucarini.



Si queréis disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad y pasear por agradables espacios verdes salpicados de bares y buenos restaurantes, os recomiendo subir al MONTE ARTXANDA en su emblemático funicular. El primer viaje del funicular de Artxanda se realizó en 1915. A finales del siglo XIX ya existían en las laderas de Artxanda los populares chacolís: establecimientos austeros donde, además de degustar el típico vino vasco que les daba nombre, se podía disfrutar de suculentas comidas a la sombra de las parras.

Durante la guerra civil, en 1937, este bucólico espacio de ocio se convirtió en escenario de cruentas batallas por la defensa de Bilbao. 
"El Botxo" desde el Monte Artxanda

Funicular de Artxanda




URETAMENDI, REKALDE, SAN ADRIAN, MIRIBILLA (surgida sobre el antiguo coto minero del Monte Miravilla), TXURDINAGA, OTXARKOAGA, SANTUTXU (es como una pequeña ciudad por su elevada densidad de población), MATIKO… estos barrios esconden rincones que merecen visitarse y todos ellos tienen una fuerte personalidad y carácter. 


             
             Bilbao Arena
Miribilla






Bueno, y somos tan auténticos que tenemos nuestros propios deportes, como el levantamiento de piedra (harrijasotzailes), prueba de bueyes (idi probak), corta de troncos (aizkolaris), regatas de traineras, soka-tira, pelota mano, cesta punta… y nuestros propios instrumentos musicales como el txistu, el tamboril, la triki-trixa, la alboka, la dulzaina… y nuestros personajes “estrafalarios” (los chirenes).

 Y qué decir de nuestra gastronomía con el bacalao al pil-pil, chipirones en su tinta, la merluza, el chuletón, la cuajada, los perretxikos (setas), angulas, anchoa, bonito, el pisto, porrusalda… Y por tener, tenemos hasta nuestros propios pasteles como el pastel de arroz (que paradójicamente no lleva ni un grano de arroz), el bollo de mantequilla y la carolina. Este pastel se llama así, porque a la hija de un pastelero le encantaba el merengue. Esta niña se llamaba Carolina. Como el merengue era difícil de comer, el pastelero lo montó sobre una base de hojaldre y lo decoró con una lámina de huevo y chocolate y así nació la codiciada carolina con sus característicos “michelines” de merengue.

También nuestro propio turrón llamado Sokonusko, nuestra propia agua de Bilbao (es champán), nuestra propia lluvia débil llamada sirimiri, nuestro propio color azul (el azul Bilbao indescriptible) y nuestra propia baldosa diseñada en 1942.

Hasta nuestro propio dentífrico, el Licor del Polo. Salustiano de Orive inventó en su farmacia de la calle Askao el famoso Licor del Polo y en 1908 donó 15000 pesetas en cepillos de dientes para repartir entre los escolares.

Y qué decir del chiquiteo (poteo) en cuadrilla por los bares, los pintxos, el Olentzero, los txokos (sociedades gastronómicas), los bertsolaris…

Vamos, que somos únicos!

Murales











EL MISTERIO…


Y para despedirme, como este blog es de viajes y misterio, una breve leyenda relacionada con “El paseo de los caños”, cercano a mi querido barrio.

Este bonito paseo se llama así porque bajo sus baldosas discurrían unos acueductos (caños) que suministraban agua al actual Casco Viejo en un bucólico paisaje de hayas y chopos por el que solía pasear Unamuno.

A la entrada del paseo, las losas tenían dos marcas con forma de huella, una de pie grosero, grande y feo, y la otra de pie pequeño y delicado. Se les llamaba “el pie del diablo” y “el pie del ángel” y según la leyenda, ambas huellas fueron impresas por sendos saltos que dieron desde la otra orilla un ángel y un demonio.

Cuenta la leyenda, que en el barrio de Bilbao La Vieja vivía una humilde familia que tenía una hija extremadamente bella, de unas 18 primaveras. Borrachos y camorristas la acosaban y el mismo diablo debía de andar mezclado entre ellos. También cuentan que a la joven la protegía su Ángel de la guarda.

Eran tiempos duros y la falta de agua potable en la barriada, entre otras cosas, había afectado irremediablemente a su débil salud. Cuando la joven estaba a punto de morir, el ángel la cogió en brazos. Dando un gran salto alcanzó el Paseo de Los caños, posando su pie en una de las losas y cogiendo impulso voló hacia Miraflores, donde debía de emprender el camino al cielo. El diablo, que pretendía arrebatarle el alma de la joven, salió tras él e igualmente saltó hasta el paseo, dejando grabada su huella unas diez losas atrás. No pudo alcanzarles y furioso se escondió en una cueva próxima. Dicen que, de tiempo en tiempo, sale de ella para tentar a los más perversos.

Bonita leyenda de despedida!

Agur!


 
Paseo de Los Caños