jueves, 9 de abril de 2020

De viaje con... Javier Pérez Campos




Seguramente, muchos de nosotros, hemos soñado con dedicarnos a investigar historias y enigmas, conduciendo y viajando miles y miles de kilómetros alrededor del mundo. Echándonos a la carretera, afrontando la noche y enfrentándonos al cansancio, al sueño, y a la climatología adversa, para llegar hasta ese lugar que nos quiere contar algo. Entrevistando a testigos, corroborando y descubriendo datos e información en viejos legajos guardados en archivos que ya casi nadie mira, bajo la tenue luz de una antigua biblioteca. Lo que hacían todos los investigadores antes de la aparición de internet y de las nuevas tecnologías digitales. Por eso, es muy probable que muchos sintamos también una envidia sana por aquel que todavía puede respirar in situ estos enclaves mágicos y desentrañar sus secretos para que podamos entender mejor el pasado y asimilar aquello que se nos escapa a nuestra comprensión.

Cortesía de Javier Pérez Campos


"A mí ese lugar me impresionó enormemente. La sensación era muy extraña. A pesar de tratarse de un bosque inmenso, uno sentía cierta opresión. Y estaba en constante estado de alarma." - Sobre le bosque de los suicidios de Aokigahara, Japón. 

                                  Javier Pérez Campos










Javier Pérez Campos (Ciudad Real,1989) es un joven periodista y reportero a la antigua usanza. Este investigador y escritor, a pesar de su juventud, lleva muchos años recorriendo España (y el mundo) para mostrarnos sus historias y misterios. Desde los 16 años lleva colaborando en varios medios de comunicación, siendo, quizás, Milenio 3 (Cadena Ser) y Cuarto Milenio (Cuatro) sus trabajos más relevantes. Publicó artículos también en revistas como Año Cero y Más Allá. Actualmente es colaborador de Iker Jiménez y Carmen Porter en los espacios que presentan ambos periodistas (Milenio Live y La Estirpe de los Libres) a través de la red. Su pasión y entusiasmo le ha llevado a investigar numerosos fenómenos extraños y a escribir sobre ellos. Por el momento, tiene publicados cinco libros:

               

-          2012. Los enigmas del apocalipsis maya. (2012) Editorial Anaya.

-          En busca de lo imposible. (2012) Editorial Anaya.

-          Los ecos de la tragedia. (2013) Editorial Planeta.

-          Los otros. (2016) Editorial Planeta.

-          Los guardianes. (2019) Editorial Planeta.



Y antes de dar paso a la entrevista, me gustaría agradecer a Javier su amabilidad, su cercanía y el haberse tomado su tiempo para atender a mi entrevista (aunque a mí me gusta llamarlo mejor, conversación). 


¡Vámonos de aventura!...


Siguiendo con el orden del blog, vamos a viajar hasta Rumanía en busca del misterio…



     Para nosotros, este país de los Cárpatos, es una tierra especial, mágica, que todavía conserva numerosos pueblos, castillos, tradiciones, paisajes y leyendas muy vivas desde la Edad Media. Un territorio donde el tiempo parece haberse detenido en sus zonas más rurales. Siguiendo los pasos del famoso príncipe de Valaquia que inspiró a Bram Stoker para crear a Drácula, su célebre personaje, da la impresión de que, de verdad, va a salir un vampiro del bosque transilvano en mitad de la noche para alimentarse de tu sangre. ¿Te da la sensación de que hoy en día, los rumanos todavía siguen creyendo en vampiros reales? ¿Qué sensaciones te provocó la patria de Vlad Tepes? Allí todavía se tiene mucho respeto, y veneración diría yo, por Vlad Draculea, al que tratan como a un héroe nacional por su lucha y defensa del país frente a la invasión otomana en el siglo XV. Del empalamiento de los turcos viene la leyenda de Drácula, ¿no? ¿Pudiste encontrar restos de “vampiros” o por lo menos, de gente a la que tomaban y trataban como a vampiros?

He viajado a Rumanía en dos ocasiones, y en total he podido pasar allí cerca de un mes. Es un país maravilloso, de una riqueza cultural inigualable. Cuando uno se aleja de las grandes capitales, encuentra este tipo de historias con mucha facilidad. Los ritos contra los Strigoi siguen practicándose a puerta cerrada, así que no es fácil investigarlos. En varios pueblos tuvimos problemas al grabar dentro de cementerios donde se acababan de producir estos ritos; los vecinos no quieren que se hable de esto. Así que grabábamos rápido, a horas en que las calles estaban vacías, para no alterar la tranquilidad de estas aldeas.



     En nuestro recorrido por el suroeste de Estados Unidos, nos desviamos 500 kilómetros (más otros 500 de vuelta) para ir a Roswell, Nuevo México. En la costa noroeste, hicimos lo posible para llegar (y llegamos) al Timberline Lodge (Oregón), donde se rodó El Resplandor, y en nuestra ruta por la Costa Este, no pudimos evitar sentirnos atraídos por la inquietante y perturbadora atmósfera que se respira en Salem (sobre todo de noche), y nos acercamos a Bangor (Maine) con la esperanza (pocas, la verdad), de encontrarnos a Stephen King jugando al beisbol cerca de su mansión victoriana. Esto último en nuestra luna de miel. ¿Si hubieras estado con nosotros en el coche, te habrías apuntado? ¿O nos habrías esperado en Boston o en Nueva York?  He oído por ahí que tu viaje de novios fue por la misma zona, y que también te escapaste a lugares “raros”. ¿Tuviste que convencer a tu compañía o prometerle algo a cambio para que fuera contigo? (No sé si hoy colaría) ¿Das espacio en tus vacaciones para visitar estos “altares” del misterio? ¿O prefieres dedicarlas al turismo tradicional? ¿Cuál es la mayor locura que has hecho en este sentido?

    Por supuesto, me habría encantado. En mis viajes siempre procuro visitar algunos lugares con historia y misterio. En mi luna de miel ocurrió lo mismo. Lo bueno es que Celia (mi mujer) y yo, nos conocemos desde hace más de quince años. Así que no me costó convencerla. En Nueva York visitamos el edificio Dakota; en Washington fuimos hasta la famosa escalera de El Exorcista, donde se rodaron algunos momentos icónicos de la película. De esta manera, descubrimos el barrio de Georgetown, que nos maravilló. Un barrio bohemio, con casas bajas y lleno de jardines. Si no hubiéramos sentido interés por visitar el escenario de la película, nos habríamos perdido ese entorno. Así que el misterio te ofrece muchas otras sorpresas inesperadas.




Cortesía de Javier Pérez Campos


     Nuestra siguiente parada es Japón… Un país que te enamora por su historia, su cultura, sus paisajes, su patrimonio, sus tradiciones, y, sobre todo, por la calidad humana de sus habitantes, cuyo respeto hacia lo prójimo, y por el prójimo, es sagrado. Está, sin duda, en el podio de nuestros destinos más queridos. Pero esta bella tierra esconde un inquietante rincón que atrae a la muerte. Dicen que en el bosque de los suicidios de Aokigahara hay una energía negativa que flota en el ambiente y que envuelve al bosque. Y es curioso que en una sociedad sintoísta en la que se venera y se cuida a la naturaleza y a los espíritus que habitan en ella, un bosque se vuelva maldito. ¿Este pequeño infierno es resultado de la elección del ser humano, que lo han escogido como su pasadizo a la otra vida, o es la arboleda la que absorbe a las almas con su extraño magnetismo mortal? Tú has estado allí, y de noche, además. ¿Están las cifras exageradas? ¿Realmente hay tantos suicidios? ¿Percibiste esa inquietud que parece inducir (no sé si es la palabra adecuada, porque los que acuden al bosque, lo hacen, en teoría, con una idea clara de lo que va a suceder), al suicidio? Y ya, ¿puedes contarnos si tuviste tiempo de conocer el país? ¿Qué te pareció?

El suicidio en Japón es un tema bastante grave. Hay varios entornos en el país que se han convertido en imanes macabros, como el bloque de apartamentos de Takashimadaira Danchi. Sobre el número que se ofrece de suicidios en el Aokigahara, en realidad es una cifra estimada, porque desde hace unos años el Gobierno decidió no ofrecer datos concretos para evitar un efecto llamada. A mí ese lugar me impresionó enormemente. La sensación era muy extraña. A pesar de tratarse de un bosque inmenso, uno sentía cierta opresión. Y estaba en constante estado de alarma. Puede ser también por la sugestión y por toda la información que llevaba a mis espaldas. Pero sería, sin duda, de los cinco lugares que más me han impresionado en la vida.
Tuvimos unos días para conocer Tokio, y me pareció fascinante. Cenamos en el restaurante Gonpachi, donde se rodó Kill Bill, una de mis películas favoritas. Y nos sentimos un poco como Bill Murray en Lost in translation al subir a lo alto del hotel Hyatt para tomar una cerveza escuchando jazz. Conocimos también algunas zonas un poco peculiares, llenas de estrechísimos bares donde solo cabía una decena de personas. Allí descubrimos un bar dedicado al terror, lleno de cintas VHS con cine mítico: Muñeco Diabólico, Los Critters, La matanza de Texas… Pero mucho también de serie B. Al entrar, había que apartar una cortina de plástico mugriento, como las de un matadero. Imagínate. El dueño era un tipo genial, y nos dio información muy interesante.



     Si pudieras viajar en el tiempo, ¿a dónde llevarías a tu DeLorean?

A mil sitios. Acabaría quemándolo. Me encantaría ir a Point Pleasant, 1966, cuando los vecinos de un pueblo de Estados Unidos empezaron a avistar a una extraña criatura a la que bautizaron como Mothman. Ocurrió durante todo un año, generando un miedo muy peculiar. Iría a la puerta de algún cine en 1973, para ver en primera persona y desde dentro cómo fue el estreno de El Exorcista. Viajaría a la antigua Grecia para entrevistar a Atenodoro de Tarso, que hizo uno de los primeros reportes sobre el encuentro con un fantasma, en una casa alquilada en Atenas a un precio muy barato… Iría hasta Amityville para conocer a los Lutz en plena pesadilla por los fenómenos ocurridos en su vivienda…



     Un personaje histórico o ficticio al que te gustaría conocer en persona.
Me encantaría conocer a Stephen King, que me ha acompañado desde la adolescencia. 



     ¿La mayor aventura viajera de tu vida?

Muchas. Y no solo las exóticas o lejanas. Algunas han ocurrido en España, y es interesante reivindicar nuestro patrimonio. Me quedo con una semana entera viajando por Galicia, durmiendo cuatro horas, tragando horas y horas de coche, atravesando paisajes verdes y visitando pequeñas aldeas en busca de los últimos testigos de la Santa Compaña. Desde Santiago de Compostela hasta la frontera con Portugal. Fue inolvidable. Hizo un frío horrible, pero entrabas en cualquier pequeño restaurante familiar y te reconfortabas con un caldo casero. Esos días estuve absolutamente desconectado de todo, y rocé la libertad auténtica.   



     ¿Te has encontrado en peligro durante algún viaje?

Suelo ser muy prudente. Pero durante el trayecto para visitar la escalera de El Exorcista, en Washington, decidimos ir andando, y el gps nos metió por un suburbio que daba cierta inquietud. Nos cruzamos con gente muy rara, pero no pasó nada.
Salvo en esa ocasión, no he tenido mayor problema.



     ¿Te queda alguna zona de España por conocer?

Creo que muchas, aunque trabajar una década en Cuarto Milenio me ha permitido conocer bien nuestro país, entrando incluso a lugares privilegiados.



     Test rápido de viajes:



-          Tu lugar favorito en España, y fuera de ella. Aquel al que sueles volver con asiduidad.
Galicia; me encanta su orografía, el mar, las leyendas… He veraneado mucho allí de niño, en O Grove. Y no me cansaría de volver.

-          Si no has elegido una ciudad, dinos una en España y en el mundo también.
Ciudad de España: Córdoba, me encanta perderme por la judería, sus bares, el ambiente…
Del mundo: Londres. He estado pocas veces para lo que me gustaría. Siempre que voy visito Notting Hill, un barrio encantador, que me cautivó desde que vi la película de Richard Curtis. Es visita obligatoria.

-          Y un paisaje inolvidable… El monte Fuji, desde la ventana del restaurante del hotel cuando investigamos el Aokigahara. Era como un cuadro increíble, que iba adquiriendo color a medida que amanecía. No se me olvida.

-          Un secreto escondido…
La ciudad de Baelo Claudia, una antigua ciudad romana en Bolonia, Cádiz. Es espectacular, a orillas del Atlántico, y no mucha gente lo ha visitado. Es un auténtico tesoro de nuestro patrimonio.  

-          Un sitio al que jamás volverías por la mala experiencia.
Creo que no habría ninguno; de todos he aprendido algo.

-          Algo en lo que tenías puestas muchas esperanzas y que se te desinfló al encontrarte frente a ello…
No soy muy de expectativas… Así que no soy asiduo a la decepción.

-          Algo en lo que tenías pocas expectativas y te sorprendió…
Como digo, no soy muy de expectativas. Pero un sitio que me impresionó fue la Torre Eiffel. La has visto mil veces, pero aún así, creo que eres incapaz de imaginar el verdadero tamaño cuando te encuentras debajo.

-          Un viaje(s) pendiente…
Costa Oeste de Estados Unidos, durmiendo en el hotel Stanley, donde Stephen King escribió parte de El Resplandor.

-          Tu próximo viaje (cuando el Covid-19 nos permita viajar) …
Teníamos programado un viaje a Asturias, que nos encanta, pero de momento tendrá que esperar.

-          Una cultura por la que sientas especialmente atraído.
La cultura sumeria me parece francamente enigmática. Hay un conjunto de figuras conocidas como “los orantes de Tell Asmar”, que me encantan. Tienen posición de rezar, y los ojos muy abiertos, como si estuvieran vislumbrando algo trascendental.

-          Un templo gastronómico.
La Encomienda, un restaurante ubicado en una antigua casa de labriegos en La Alameda (Ciudad Real). Tienen la mejor representación de la comida típica manchega y de la zona. El servicio es atento y la ubicación está llena de tesoros a visitar después, como el castillo de Calatrava. Un sitio con historia.

-          Lo más sabroso que has comido…
El cocido lebaniego de El Oso, en Cosgaya (Cantabria).

-          Y lo más asqueroso, repugnante…
Recuerdo la sopa de anguila en el desayuno de algunos hoteles en Japón. El olor era terrible.

-          Alojamiento favorito…
El hotel Landa, en Burgos. Allí también se come como en el cielo. Consomé, cordero y ensalada verde. Un menú clásico. Si en un viaje paso por delante, paro a comprar reinosas, un postre delicioso que hacen allí.

-          Banda sonora en tus viajes…
Hay de todo. Desde Mike Olfield o Jean Michel Jarre hasta Leiva, Manolo García, Amaral, The Killers, Nick Cave, Keane… Hay de todo.

-          Urbano, naturaleza o playa…
Un poco de todo, pero me encanta la naturaleza. La cabaña en el bosque. Un clásico del misterio.

-          Ruinas antiguas que más te han impresionado…
Stonehenge es un misterioso lugar de poder que constantemente da lugar a todo tipo de teorías.

-          Y las que más te han decepcionado…
No las hay. Todas tienen su misterio.

-          Pinturas rupestres favoritas…
Las de la Cueva de El Castillo, en Puente Viesgo, que tuve la suerte de conocer junto a Iker Jiménez y Carmen Porter. Dos buenos chamanes muy queridos por los dioses de la cueva.



     Luego hablaremos de tus publicaciones… Pero antes de entrar en el mundo editorial, hay muchos escritores aficionados, que, como yo, intentamos crear historias. ¿Algún consejo para nosotros?

Escribir y leer mucho, sin ningún otro interés que el de contar tu historia. Hay libros muy recomendables sobre el arte de escribir. Por ejemplo, “Mientras escribo”, de Stephen King. O “De qué hablo cuando hablo de escribir”, de Murakami. Pueden dar buenos consejos.



     En mi humilde opinión, aunque muchas novelas requieren mucho trabajo de investigación, dejan mucho margen de acción para tu imaginación (que es fantástico también). Sin embargo, los ensayos requieren mucho trabajo de campo, de investigación profunda, muchas visitas, muchas horas de lectura, de contrastación de datos, muchos kilómetros a tus espaldas, muchas entrevistas… Hay que andar con `pies de plomo hasta con la cifra más sencilla. Mucho trabajo “oscuro” detrás para luego dar forma a la publicación. Imagino que será duro, pero imagino también que todo esto será gratificante. ¿Cuánto te lleva la elaboración de tus trabajos? ¿Hay material que se queda fuera? ¿Otro, que tal vez sea demasiado polémico para publicarlo? ¿Te sueles guardar algo? ¿Te has arrepentido de haber publicado algo o al revés, de no haberlo hecho? ¿El trabajo de reportero en Cuarto Milenio y Milenio 3 te ha ayudado en esta tarea de escritor?

En mi caso son años de trabajo de investigación y luego, al menos, un año de escritura. Aunque eso depende mucho del momento y del tiempo disponible. Los Otros tardé tres años en escribirlo, aunque en la investigación hay casos incluso de hace una década.

Mi problema es que no suelo guardarme nada, y quiero que el libro sea lo más actualizado posible, incluyendo los últimos casos. Así que el momento más complicado es el de la entrega, que se va postergando para ir modificando cosas.
Por supuesto, mi labor en Cuarto Milenio ha sido fundamental para estos trabajos. No solo por las investigaciones con el programa, sino por todo el tiempo dedicado también a investigar mil historias por mi cuenta para los programas. Eso me ha dado a conocer muchas historias que he podido contar después.



Cortesía de Javier Pérez Campos

















        



     -¿Has pensado en escribir alguna novela? ¿Tal vez aquella que empezaste a escribir sobre la Santa Compaña con 9 años y que extraviaste?

                                                                                                 
Sí, me apena enormemente haber perdido ese libro. Llegué a dibujar la portada. Y el título era, simplemente ese: “Santa Compaña”. Me encantaría leerlo hoy.
La novela siempre me ha dado mucho respeto. Creo que requiere un esfuerzo enorme y respeto mucho a los novelistas. Quizá algún día…




     ¿Sobre qué te gustaría escribir en el siguiente trabajo? A lo mejor ya lo estás haciendo…


Estoy aprovechando estos días de confinamiento para poner en orden muchas investigaciones y darles un sentido. Ese siempre es el inicio de mi siguiente trabajo.




     Y, ¿hay algo que te apasione, y sobre lo que te gustaría escribir, pero que tal vez sientas que no podrías hacerlo todo lo bien que te gustaría? ¿Puede, el miedo a no estar a la altura, frenarte a la hora de realizar ese trabajo tan deseado?

No, no hay nada de miedo, solo falta de medios. Hay una historia que me apasiona desde hace años y quiero contar como novela. Pero necesito viajar, y para eso hace falta tiempo. Así que, de momento, guardo todo lo que encuentro sobre esa historia y quizá algún día pueda contarla. 



     Y hablando de miedo… ¿Te has autocensurado en alguna ocasión? ¿Te has encontrado en algún lugar en el que has tenido que desistir de tu investigación porque la gente se cerraba ante tus preguntas, que eran reacios a hablar contigo o que rechazaban tu presencia?


La verdad es que no. En mi caso, tengo claro que, si alguna investigación no avanza, hay que dejarla reposar un tiempo. Con los años he aprendido que la insistencia es una gran virtud que me ha dado buenos resultados.




     Recomiéndanos algún libro que te haya impactado recientemente, y algún clásico que no debería faltar en nuestra biblioteca. Y tus escritores favoritos (creo que de alguno ya hemos hablado en las primeras preguntas).

Me ha impresionado “La muerte del comendador”, de Murakami. Son dos partes. Explora el mundo de los sueños, del arte y de la realidad. Es una novela muy atípica, y me ha encantado. Como ensayos clásicos, “Aquí vive el horror”, de Jay Anson, que relata su investigación sobre el caso Amityville. Mis escritores favoritos son cientos, y además cuando me gusta un autor, suelo ir a por el resto de su obra. Soy fan de Carlos Ruiz Zafón, Murakami, Stephen King, Don Winslow, Cormac McCarthy, Richard Matheson…



     Hablemos, ahora sí, de temas que tratan tus libros… En Los Guardianes, te metes en las voces que nos ayudan en nuestro último aliento en situaciones límite. Figuras misteriosas que aparecen en la montaña para salvar al alpinista perdido y extenuado, voces que guían a víctimas del 11-S para huir de las Torres Gemelas en medio de un incendio… Se conocen también casos de niños perdidos durante varios días en oscuros y fríos bosques donde sería difícil sobrevivir sin que, como ellos aseguran, alguien te proteja. ¿Qué caso concreto te impactó más? ¿Qué o quién se esconde tras esos ángeles? ¿Por qué salvan a unos y a otros no? ¿Pueden tratarse de visiones, de alucinaciones en momentos de estrés extremo?

Me impresionó el caso de Ron DiFrancesco, el último superviviente de la Torre Sur el 11 de septiembre de 2001. Salió de allí guiado por una voz. Lo busqué durante dos años, hasta convencerlo para una entrevista. Tras aparecer en el libro, pudimos traerlo a Madrid, para entrevistarlo personalmente en Cuarto Milenio. Me impactó su historia, pero también su humanidad y cómo le cambió la vida tras ser víctima del atentado que marcó el inicio del siglo XXI. Aún mantenemos el contacto y nos escribimos para saber el uno del otro.



     Con Los ecos de la tragedia, nos llevas a lugares en los que se ven espectros tras ser testigos de una tragedia. ¿Quedan estos sitios marcados por la desgracia para siempre? ¿Cuál de estos lugares te ha sobrecogido más? ¿Dónde se vive más intensamente esa sensación?

Sin duda, el camping Los Alfaques donde se han producido múltiples avistamientos extraños. Gente de toda España y de toda condición. Camioneros, médicos, turistas… De los lugares que he investigado, es el sitio donde más casos he recogido, sin ninguna duda. Y tengo suficiente información para publicar, en algún momento, una edición ampliada.



     En Los otros, nos trasladas hasta el otro lado. ¿Hay alguien allí que contacta con nosotros?

Eso parece. La pregunta sería: ¿Qué es “allí”? ¿Es un lugar Trascendente? ¿Es un mecanismo del cerebro? ¿Es una simple alucinación? El fenómeno no puede, en cualquier caso, negarse por completo. Hay miles de testigos a lo largo de todo el mundo y de toda la Historia. Mi obsesión en Los Otros era contar que el fenómeno de los aparecidos se ha producido en todas las culturas, generando miedos e incluso hábitos de vida o ritos muy concretos.



     Hay mucha gente que cree en que las almas encuentran otra forma de perdurar en el tiempo en otro espacio, pero… ¿hay realmente personas que pueden contactar con ellas, aparentemente, de forma tan fácil?

No lo sabemos; solo podemos escuchar a los testigos y a los investigadores que, desde el ámbito de la medicina, intentan arrojar luz, por ejemplo, sobre las Experiencias Cercanas a la Muerte. Hoy en día, nadie puede asegurar nada, en ninguna dirección. Y quien lo haga, miente.



     ¿Cuál de los casos que has investigado en En busca de lo imposible te ha impactado más?

Me impresiona mucho el caso de Belchite, que abre el libro, y donde yo viví una experiencia muy difícil de explicar. Aquello me cambió para siempre. Tanto mi manera de entender el misterio como de acercarme y escuchar a los testigos.



     En 2012: Los enigmas del apocalipsis Maya, analizas las señales, vaticinios y posibles consecuencias de un hipotético fin del mundo. Es evidente que todo tiene un final… nuestro ciclo de vida, como personas, nuestra civilización, como todas las anteriores que la precedieron, y nuestro planeta, como ya ha ocurrido a lo largo y ancho del universo con otras estrellas y planetas. Ahora bien… ¿crees que hay personas capaces de vaticinarlo? El otro día vi un programa sobre Nostradamus, y te confieso, que, particularmente, soy muy escéptico en este tema, y que creo que los que quieren creer (valga la redundancia), muchas veces fuerzan para acoplar las predicciones y que éstas se cumplan. Hacen interpretaciones muy subjetivas… por ejemplo… si Nostradamus, en el siglo XVI, anticipa que el fin del mundo se producirá antes de 177 años, (creo recordar) y éste no llega, luego dicen que hay que fechar ese fin a partir de 2012, que es cuando lo predijeron los mayas, que, al mismo tiempo, no consideraban un fin, sino un cambio de ciclo, o algo así, ¿no? Entonces la nueva fecha sería sobre el 2190, que es cuando se espera que un asteroide de 500 metros de diámetro pase cerca de la Tierra, tanto como para tener 1 entre 2700 posibilidades de impactar. ¿No crees que es muy rebuscado? Si tienen esa capacidad de predecir, ¿por qué no son más claros? ¿Puede ser cuestión de suerte? ¿De dejar a posta, datos confusos para acertar siempre? ¿Hay alguien que adivine el futuro de forma clara e inequívoca, con datos exactos, sin que puedan dar lugar a la ambigüedad?

No he creído nunca en profecías, y mi libro “2012” es, de hecho, un estudio sociológico de un momento concreto de nuestra historia. A toda la Humanidad le ha aterrado siempre el Apocalipsis. Que es, sencillamente, la muerte. Todos vamos a desaparecer, pero la extinción masiva es una especie de catarsis. Focalizamos el nuevo fin del mundo vaticinado en 2030, y resulta que, en unas semanas, una pandemia que, aparentemente nadie vio venir, nos sale al paso y nos desafía con miles de muertos en todo el mundo. Esto sí que nos aterra.
Honestamente, ese libro no se vendió bien, y el editor me dijo que le había faltado sensacionalismo, un poquito de alarmismo y más credulidad por mi parte en las profecías. Yo le dije que entonces se había equivocado de autor.



     Por desgracia, con el Covid-19, nos hemos dado cuenta de que, a lo mejor, la Humanidad, no está tan protegida ni es tan inmune a las amenazas de la naturaleza. Los virus y las enfermedades así lo demuestran. Tal vez, desde nuestra acomodada vida, pensábamos que las plagas eran cosa de la Historia, del pasado, o de lugares remotos. Y los científicos (astrobiólogos, astrofísicos) no dudan en coincidir en que hay miles de amenazas (meteoritos, asteroides, cometas) ocultos (se cree que más de 1 millón sin detectar alrededor de nuestro planeta) que pueden ser potencialmente peligrosos para nuestra supervivencia. Y que, de hecho, muchas veces no somos conscientes de lo cerca que pasan… Cuanto más estudian estos investigadores, más miedo dicen que cogen. Pero parece que no prestamos mucha atención a esas declaraciones, o que no nos las remarcan tanto los medios de comunicación, no sé si por no alarmar o porque realmente no las consideran en serio… como el coronavirus. ¿No crees que continuamente, nos meten en una burbuja y nos tratan como a niños a los que no hay que molestar con problemas de adultos que no pueden resolver? Soy consciente de que es difícil encontrar un equilibrio a la hora de dar la información, pero a veces da la sensación de que el hecho de no alarmar trae como consecuencia ocultar ciertos peligros. Hay miles de sectas que se agarran a ese fin del mundo y cometen suicidios masivos y “comen” el cerebro a muchas personas para aprovecharse de ellas. Está claro que son desequilibrados mentales… ahora bien… ¿con todo esto que está pasando, Javier, ves tan descabellado (yo lo veía hasta ayer) la estrategia de los Preparacionistas de Estados Unidos, por ejemplo? ¿Gente que se aprovisiona con comida y armas en sus búnkeres ante una posible pandemia (o desorden mundial) que arrase el planeta? ¿O suena más a ciencia-ficción? Creo (tú sabrás mejor que yo) que el Gobierno de Estados Unidos tiene preparado un plan de contingencia para una futura, probable e inminente invasión zombi. Y no se refieren precisamente a muertos que se levantan de sus tumbas para comernos a mordiscos, sino a posibles emigraciones masivas de población en busca de medicinas y alimentos en caso de una súper pandemia destructiva u otro evento catastrófico para nuestra especie… Todo eso que hace un par de meses sonaba a película o que te sacaba una sonrisa si alguien lo decía en serio, ¿nos está pareciendo cada vez más cercano y real?

El fenómeno de los Preparacionistas es muy complejo y, creo, exagerado. Y no creo que, debido a esta pandemia, necesitemos meternos en búnkeres subterráneos atiborrados de comida. El problema es que, en estas crisis, y no tenemos que irnos hasta Estados Unidos, descubrimos que los Gobiernos, para no alarmar, acaban dando consignas que resultan contraproducentes para el ciudadano. Los medios, en muchos casos, repican la información que les dan desde arriba. Y se convierten también en portavoces del Gobierno. Eso genera una desconfianza brutal en los ciudadanos, que nos sentimos absolutamente desprotegidos. Y esa desconfianza y esa desprotección aumentan nuestra angustia y nuestro miedo. Y además el miedo, no lo olvidemos, es un negocio. Detrás de los Preparacionistas hay empresas enriqueciéndose con la venta de búnkeres, por ejemplo. O de material específicamente preparado para ellos. El miedo es la industria que alimenta también la venta masiva de armamento.

     Y, para acabar con este tema de actualidad… sin señalar a nadie… (o sí, como tú veas, si crees que sí), ¿piensas que el Covid-19 ha salido de un laboratorio, bien intencionadamente o de forma accidental?

Todos los expertos dicen que parece un virus generado por la naturaleza, y yo lo creo. En cualquier caso, habrá laboratorios investigando en profundidad y gente muy cualificada intentando llegar a la raíz del problema. Seguro que de todo esto podremos aprender algo.



     ¿Crees que, si alguien nos visita, nos lo contarían? Recordemos el famoso programa de un joven Orson Wells, que en 1938 hizo una adaptación radiofónica de La Guerra de los Mundos, de H.G Wells, en la que una dramatización anunciaba la invasión alienígena de nuestro planeta. La gente que sintonizó tarde la emisión de la CBS, no escucho la introducción, y se pensó que era un anuncio real en el que Nueva York y Nueva Jersey estaban ocupadas por extraterrestres. No tardó en cundir el pánico, y la gente huyó de sus casas, colapsando carreteras e infraestructuras. Hubo saqueos e incluso muertes (no sé si me puedes confirmar esto) en una histeria colectiva. Y todo, casi 10 años antes de Roswell, y de que se Kenneth Arnold pusiera de moda los “platillos volantes”. A todos nos gustaría conocer la verdad, pero, ¿crees que, realmente, la sociedad está preparada para esta noticia?

Yo creo que sí estaríamos preparados, pero no sé qué harían los Gobiernos. En ese sentido, ya no me sorprende nada, la verdad… 



     Vamos a rebajar un poco la tensión… Confieso que jamás me sentaría a participar en una sesión de ouija. ¿Hay algo donde tú no te atreverías a entrar? ¿Asistirías a un exorcismo o a un ritual de vudú?

Me gustaría, aunque lo haría con todas las precauciones. En su momento, el periodista José María Zavala, que ha presenciado varios exorcismos, me dijo que no era recomendable. Él vivió cosas muy extrañas en su casa mientras se metía a fondo en el tema para escribir un libro sobre el demonio.
Creo que hay que respetar las creencias profundas, y no está de más protegerse.



     ¿Cuál es tu misterio favorito?

El que tiene que ver con lo Trascendente, que en el fondo es que exploro de manera casi obsesiva en mis libros.



     ¿Y aquel que nunca desearías que se resolviera?

Bueno, el misterio es como la magia, que pierde su gracia cuando se explica. Pero creo que el verdadero misterio siempre terminará arrojando dudas. Estoy convencido de que, si abrimos una puerta al misterio, detrás encontraremos otra. Y así será sucesivamente. Ocurre constantemente en la ciencia, cuando nos asomamos, por ejemplo, a un nuevo fragmento del espacio infinito.



     Dinos… o mejor, dile a Iker, un enclave al que desearías desplazarte varios días, o semanas, para dedicarle tiempo a desentrañar sus secretos…

Sería, sin duda, el citado Hotel Stanley. Es el sitio en el que pasaría encerrado varios días.



     ¿Te atreves a confesar tu incredulidad, desconfianza, o cuanto menos, dudas, respecto a algún asunto de misterio?

Por supuesto, lo haría si las tuviera. Pero no desconfío de nada. Solo de los que dicen saberlo todo; de los que niegan todo por sistema; de los que intoxican casos de misterio para intentar resolverlos en lugar de buscar la verdad. Hace unos años investigué varios casos ovni ocurridos en Navarra y País Vasco en los años 80. Pude localizar directamente a varios niños que, en esa época, desde los patios de sus colegios o durante excursiones escolares, vieron enormes objetos surcando los cielos. E, incluso, en Mañeru, vieron uno aterrizar y salir una figura. Los niños, hoy adultos, me confirmaron lo que ya sospechaba: en esa época aparecieron por el pueblo varios intoxicadores profesionales que, en nombre de la ciencia, dieron consignas al cura del pueblo para convencer a los niños de que todo había sido una trastada, o una alucinación colectiva. Yo sé quiénes fueron, y alguno sigue haciendo ese trabajo sucio desde blogs que rezuman odio y falta de entusiasmo. Por fortuna, los verdaderos científicos no son esos. Pero en España hemos tenido un problema grave durante años con este tipo de personajes.



     Muchos piensan, que, tras tantas aventuras y experiencias paranormales, uno puede estar vacunado contra el miedo… ¿De dónde saliste horrorizado?

De Rocas Altas, en Ibiza. Allí hubo un accidente de avión en el año 72, y desde entonces muchos afirman haberse sentido rodeados por figuras invisibles o haber escuchado gritos, como si se reprodujera la tragedia. Yo subí solo hasta allí, monte a través, con una linterna. Y tuve que volver a los quince minutos. La sugestión fue aterradora.



     Test rápido de misterio…



-          Una casa y un hotel encantados de verdad.
Casa: Casa de las caras, Bélmez de la Moraleda.
Hotel: Antiguo Corona de Aragón, hoy Meliá Zaragoza.

-          El mayor fiasco, fraude, que te has encontrado.
Tiene más que ver con los vivos, de carne y hueso. Los que intentan desprestigiar tu trabajo por envidias o ego.

-          Un proceso que te ha sacado del escepticismo.
Ninguno. Al contrario. Cada vez creo más en lo que se nos escapa.

-          Animal criptozoológico favorito…
El Mothman.

-          Y uno que creas de verdad que pueda existir…
Algún tipo de simio desconocido que diera origen a la leyenda del Yeti.

-          Apariciones marianas: fraude, alucinación debido a la sugestión, la virgen u OVNI.
Creo que es un fenómeno remoto que cada uno interpreta bajo su sistema de creencias.

-          Telepatía: ¿es posible?
Quizá en situaciones puntuales, como una madre que se despierta sobresaltada porque, aunque no lo sabe aún, su hijo ha fallecido a cientos de kilómetros en un accidente.  

 
Cortesía de Javier Pérez Campos




     Creo que eres un gran aficionado al cine, de acudir físicamente a él. Te propongo un test rápido. Me gustaría haberte ofrecido algo más moderno, pero me quedé anclado en los años 80-90… (soy del 75). Puedes votar en blanco…




- Star Wars o Star Trek.
Star Wars

- El Exorcista, Poltergeist o Freddie Krueger. (La que más te gusta y la que más miedo te da).
El Exorcista me da mucho miedo, pero me encanta Pesadilla en Elm Street. Fue el terror de mi infancia.

- Drácula, de Bram Stoker o Frankenstein, de Mary Shelley.
Drácula, sin duda.

- Tiburón o Piraña.
Tiburón.

- Alien o Depredador.
Alien.

- Communion, E.T o Encuentros en la tercera fase.
Et, me encantaba de niño.

- El Ente o La Niebla.
El Ente. Terrorífica.

-  Gremlins o Critters.
Gremlins.

- Cazafantasmas o Cazafantasmas. Te apunto Cazafantasmas, ¿no?
Sin duda :D

- Regreso al futuro o Indiana Jones (aquí te dejo elegir los dos)
Uff, es que quiero las dos. No puedo quedarme sin una.

- Un Hombre-Lobo americano en Londres o La Cosa del pantano.
Hombre lobo americano.

- Los Goonies, It o Cuenta Conmigo.
Cuenta conmigo.

- Batman o Superman.
Batman, siempre.

- Éstas sí que son actuales… Stranger Things o Juego de Tronos.
Stranger Things.

- Alguna recomendación particular… fuera de esas dos maravillosas décadas.
Me encanta el cine de Richard Curtis: Love Actually, Notting Hill, Una cuestión de tiempo… Suelo ver mucha más comedia amable, quizá como contrapeso.



     ¿Dónde te encuentras más cómodo, en el trabajo de campo o en plató?

En ambos. Creo que no hay uno sin el otro.



     ¿Te sientes privilegiado por lo que haces?

Muchísimo. Soy consciente del privilegio y por eso aprovecho cada oportunidad.





     Y por último… Hay quien te señala como el discípulo, incluso el sucesor de Iker Jiménez. ¿Te sientes a gusto con ese apadrinamiento? ¿Es el espejo donde te miras?

Ni mucho menos. Pero me siento profundamente orgulloso de trabajar a su lado. Igual que era un oyente y espectador orgulloso, hace una década. Hoy más que nunca soy consciente de la suerte que tenemos con programas como Cuarto Milenio, Milenio Live o La Estirpe de los Libres, formados por un equipo y un grupo de colaboradores que no se casan con nadie. A veces, ni con nosotros mismos. Y lo mismo con la audiencia, con los que nos acompañan siempre. Somos como una bonita y unida familia, amparada por la libertad auténtica. Y eso no es nada habitual.


Ha sido un placer, Javier. Hasta cuando quieras.