RUMANIA - Maramures, y monasterios de Bucovina.
Después de visitar la maravillosa Sighisoara, lugar de
nacimiento de Vlad Tepes, decidimos apurar unas horas más de viaje y llegamos a
un pintoresco pueblo entre montañas llamado Piatra Neamt. Su plaza, con
edificios históricos y su bella torre del siglo XV, invadida por una espesa
niebla, hace que de nuevo veamos carruajes oscuros con faroles alumbrando
tenuemente en mitad de la noche, con la luna llena acompañando el sonido de los
cascos de los caballos golpeando contra el adoquinado. Con la Semana Santa en
plena celebración, el casco histórico se llena de conejos y huevos de Pascua,
que le dan un poco de color al plomizo cielo. Dormimos en la Pensión Roua (30
euros). Tras cenar y escribir unas postales, nos acostamos para seguir la ruta
al día siguiente.
Monasterio de Voronet |
Monasterio Sucevita |
Iglesia en Maramures |
En los 500 kilómetros de vuelta a Bucarest nos aguardaban
todavía varias sorpresas.
Cluj-Napoca |
Durante el trayecto, mientras mi compañera me leía
interesantes artículos de naturaleza, historia y ciencia ficción, yo conducía
tranquilamente observando los bellos paisajes, hasta que una patrulla de
policía desvió mi atención. Aparcado en el arcén, a lo lejos, se observaba un
coche que parecía estar controlando la velocidad en ese tramo. Instintivamente
(aunque no había pasado el límite) frené bastante para no tener problemas.
Nunca se sabe lo que se puede complicar una simple multa en un país extranjero
(ya os contaré una que casi me cuesta el calabozo en Austria). El caso es que,
al llegar a su altura, se nos escapó una carcajada al comprobar que el coche de
policía era… ¡¡de cartón!! Jaja Era de tamaño real, pero daba el pego. Nos
engañó completamente.
Monasterio bizantino de Cozia |
Curtea de Arges |
Parlamento en Bucarest |
Arco del Triunfo, Bucarest |
Si buscáis algo diferente y auténtico en Europa, ¡escoged
Rumania!
EL MISTERIO DE LOS MOTES BUCEGI Y GIGANTES HUMANOS
Gigantes humanos, personas con poderes psíquicos, puertas
interdimensionales, illuminatis que dirigen el club Bildelberg,
extraterrestres, máquinas del tiempo, el Vaticano… Todos estos ingredientes,
mezclados convenientemente, podrían dar como resultado un auténtico best seller mundial. Pero, fuera de un
libro o una película, hasta al más fiel de los amantes del misterio le
surgirían más que dudas.
Jamás cierro la puerta a nada, pero en este caso, debo
reconocer, que sólo la he dejado a unos centímetros de trancarla.
Los que leemos sobre estos temas, la mayoría de las veces
tenemos que fiarnos del instinto cuando la cabeza está saturada o falta de
datos. Pero en el asunto que nos ocupa ahora, hay demasiadas piezas que no
encajan en este complicado puzle.
Yo, sinceramente, no conocía esta historia. Llegué a ella
buscando información sobre de la que realmente os quería hablar, pero como me
pareció tan rocambolesca, seguí penetrando en los bosques de Bucegi, ya que me
di cuenta de que hay mucha gente que cree en ella. Trataré de resumiros tan
impactante incidente, que supera cualquier relato de ciencia ficción.
Montes Bucegi |
El acuerdo habría sido (con la intervención del Vaticano,
que ofreció cooperación, y al que no le interesaba la historia alternativa), la
entrada de Rumanía en la OTAN (organización de la que, tarde o temprano, formaría parte). Una recompensa no muy generosa para el alto
valor del secreto.
Una vez dentro del complejo, el Equipo Cero (un grupo de
élite del servicio de inteligencia rumano) habría intentado penetrar, junto con
los americanos, en la cavidad que se encontraba detrás de una puerta gigante.
Se dice que murieron 3 personas al tratar de hacerlo (otros cuentan sólo una),
ya que una pared magnética impedía el paso (realmente eran dos “muros”). Pero
aquí entra en juego un hombre con poderes psíquicos que había sido entrenado
por el gobierno desde niño. Gracias a su habilidad mental, logran superar las
barreras, y acceder a una galería gigante donde hay una mesa con una especie de
ordenador, que, mediante hologramas, iba enseñando la verdadera Historia de la
Humanidad, así como secretos tecnológicos y científicos que podrían dar un
salto cualitativo en nuestra evolución. Incluso aseguran los allí presentes
(entre ellos un Illuminati del club
Bildelberg que tendría el mando de la operación por encima del propio gobierno
americano), que vieron escenas bíblicas como el diluvio universal o la
crucifixión de Cristo.
Roca con forma de Esfinge en Bucegi |
Y aquí es donde más chirria la puerta. Olvidándonos de que
es incomprensible que dejaran el lugar más importante del mundo sin protección
alguna (no hay ninguna base militar), me resulta inverosímil que cualquiera
pudiera entrar y andar por los túneles y manipular esa tecnología como si se
le estuviera enseñando a un amigo el coche nuevo que se ha comprado. Por supuesto,
como suele suceder en estos casos, el psíquico protagonista no existe oficialmente,
pero su amistad con el escritor le proporcionó a éste un regalo muy oportuno
para desarrollar sus libros. Es curioso que los americanos estuvieran
dispuestos a derribar a todo un país por mantener el secreto, y este hombre no
recibiera ningún "aviso" por editar sus cinco obras. El broche cinematográfico
lo pone un programa de televisión rumano, que, en pleno directo, recibe una
amenaza de una persona anónima, al que no le tiembla el pulso al intimidar a los
presentadores, que estupefactos, dejan de hablar de Bucegi.
Aunque soy más bien cauto con este tema, nunca se sabe…
Pero a falta de pruebas en Bucegi, vayamos en busca de
gigantes…
Hay relatos sobre ellos desde tiempos inmemoriales. En las
más antiguas culturas se les venera y teme, e incluso en las páginas de la
biblia se cuentan sus historias. Pero… ¿eran reales esas referencias?
¿Existieron en alguna época? ¿Habitan todavía entre nosotros?
En algunas zonas de Rumanía están convencidos de que sí.
Por desgracia, como en muchos misterios, la montaña de
fraudes entierra a los posibles casos verdaderos.
Como decíamos, los habitantes de esta tierra no dudan en dar
vida a estos humanos, que para ellos son tan reales como nosotros mismos. En
las zonas más remotas (como ocurre en el Himalaya con el Yeti), tienen
asimiladas las leyendas de gigantes como hechos reales y hablan de ellos con
total naturalidad. No es descabellado pensar que otra especie de Homo habitara
nuestro planeta en algún tiempo. El hombre de Flores, con su metro escaso de
altura, y el de Denísova, nos muestran que el Sapiens y el Neanderthal no
fueron las únicas especies humanas sobre La Tierra. Estos descubrimientos
recientes dan esperanza para nuevos hallazgos.
Cuando hablamos de gigantes, nos podemos referir a los
relatos de hombres de más de 10 metros o incluso 30, pero no hace falta mirar
tan arriba. Se puede dar esta categoría a humanos de alrededor de 2´50 metros,
siempre y cuando fuera la estatura media de una gran comunidad. Porque todos
nosotros hemos conocido casos reales (actualmente hay varios ejemplos alrededor de
todo el mundo) que todavía nos impresionan. Ahora bien, estas personas son muy
pocas, y casi todas ellas sufren alguna enfermedad que les produce esa
desproporcionada magnitud. Robert Wadlow es, oficialmente, el hombre más alto
de la historia del que se tiene registro. Nacido en 1918 en Illinois, EEUU, a
los 5 años ya medía 1´50 m y su ritmo de crecimiento era de 10 centímetros al
año, lo que le llevaría a alcanzar los 2´72 metros a los 22 años, cuando
falleció. A modo de estadística, hay que resaltar que el ranking de hombres más
altos del mundo lo encabeza Estados Unidos, donde se estudian desde hace tiempo,
numerosos emplazamientos en los que pueden descansar esqueletos de una raza de
gigantes. A lo largo y ancho de todo el país, se dicen haber encontrado huesos
de estos seres, que se escondieron o destruyeron deliberadamente. Desde los
Grandes Lagos hasta el desierto de Nevada, los testimonios de estos hallazgos tienen
en vilo a los amantes el misterio. En unos documentos desclasificados, el
Instituto Smithsonian reconoce haber destruido varios esqueletos gigantes. ¿Por
qué? ¿Cambiaría algo nuestra Sociedad? No lo creo.
Instituto Smithsonian, Washington |
Hay leyendas de los indios Paiute que ya hablaban de luchas
encarnizadas de esta tribu contra los gigantes pelirrojos come humanos, cuya
última batalla se libró en la cueva de Lovelock, Nevada. Según parece, excavaciones
realizadas en los años 20 confirmarían la existencia de estos hombres. La
polémica está servida, ya que muchos sostienen que se ha exagerado el tamaño, y
que incluso el color del pelo era rojizo a causa de la contaminación de
bacterias.
Pero volvamos a Rumania… En 1940, en plena II Guerra
Mundial, un grupo de arqueólogos, durante unas excavaciones en busca de restos
dacios, se toparon con 80 esqueletos de grandes dimensiones. Los trabajadores que
comunicaron el descubrimiento no tardaron en ser despedidos y los huesos
desaparecieron en remolques de grandes camiones camino a nadie sabe dónde.
En los años 90, unos agricultores de la zona de Scaeni,
dieron también con cráneos dos y tres veces más grandes que el de un humano
normal cuando removieron la tierra para plantar manzanos. Desgraciadamente,
tampoco vieron la luz pública.
¿Hay personas empeñadas en ocultarlos? ¿Hay gente interesada
en crearlos?
Una última curiosidad… el deportista más alto que jamás haya
jugado en la NBA (la liga de baloncesto americana) es Gheorghe Muresan (2´31 m)…
rumano.