https://www.flickr.com/photos/ |
Hay varios tipos de viajeros:
- El turista (normalmente integrado en grandes
grupos), al que le da igual a donde le lleven porque le da igual qué ver. El
mes de verano sólo dispone de dos opciones: o tumbarse para descansar y no
hacer nada, más allá de oír el sonido de los pájaros y el mar (dependiendo de
tu elección). O viajar porque es lo que se hace normalmente en esas fechas. En
este caso, a la vuelta, podrás añadir algún detalle exótico que encandilará a
los compañeros más sedentarios y menos inquietos de tu trabajo, que te verán
como un valiente por haber atravesado fronteras.
- El viajero, que se preocupa por planear y
detallar ese viaje tan deseado durante tanto tiempo, y que disfruta y siente
intensamente hasta el detalle más pequeño del destino, pero arriesgando lo
justo en su viaje.
- El explorador, que normalmente “domina” algún
elemento, y que se adentra hasta los lugares más inhóspitos de nuestro planeta
en busca de la última frontera.
- El aventurero, que se lanza a corazón abierto a
la carretera, con escasos medios, mínimo equipaje y grandes dosis de paciencia
y entusiasmo, absolutamente necesarios para afrontar los obstáculos y
contratiempos a los que tendrá, sin duda, que hacer frente, en un largo y
tortuoso camino, que pocos se atreven a recorrer.