Noviembre 2004
Kenia es sinónimo de safari, de aventura, de naturaleza, de
tribus ancestrales, de sonidos animales, de puestas de sol… de vida.
Los que me hayáis leído un poco, ya conoceréis mis sueños viajeros
y sabréis de mi gusto por la naturaleza y por la vida salvaje. Y este país del
Este de África siempre había estado en uno de los primeros lugares de la lista,
como aspirante principal a mi primera incursión en el continente negro. La
infraestructura, el precio y la cantidad y variedad de fauna, le hacían el candidato ideal
para disfrutar de la primera experiencia con los grandes mamíferos de la sabana
africana. Y os puedo asegurar que este rincón del Valle del Rift superó todas
las expectativas de un par de viajeros novatos, excesivamente emocionados con
su primer encuentro con los Big Five (Cinco Grandes).