miércoles, 31 de mayo de 2017

MALASIA (I) - Cameron Highlands y Taman Negara - Orang Asli, ¿el final de una vida nómada ancestral?

PENINSULA DE MALASIA (I)

Noviembre 2013


Bandera de Malasia

Cuando pensamos en el sudeste asiático, nuestra mente se llena de paisajes idílicos, impresionantes culturas milenarias, playas paradisiacas y gente hospitalaria. Delicadeza y lujo asiático al alcance de cualquiera. Pero, antes de pisar por primera vez aquella maravillosa tierra, por lo menos a mí, también me invade un miedo atroz a no poder disfrutar de estos destinos por la masificación humana. Es evidente que todos queremos deleitarnos con los tesoros que ofrecen este grupo de países, y la fama tiene un precio: la pérdida de autenticidad y la “corrupción” que provoca en la población local el turismo de masas.

Con esa inquietud de no poder percibir el auténtico sudeste asiático, empezamos a buscar un rincón donde vivir una experiencia inolvidable. Los requisitos que poníamos al candidato eran muchos y muy exigentes. Poco turismo, fácil de hacer por libre (a poder ser en coche de alquiler) y por supuesto, con todas las características que he mencionado al principio de este artículo. A pesar de que Myanmar era el favorito, la infraestructura del país nos hizo aparcarlo para otro año (lo seguimos teniendo pendiente). El elegido fue Malasia. A medida que íbamos leyendo información sobre esta península, más ganas nos entraban de conocerla sobre el terreno. Y cuando llegó el momento, a pesar de las expectativas, puedo decir, que las superó ampliamente. Debo puntualizar, que, por razones de tiempo, sólo recorrimos la parte continental. Lo combinamos con una estancia en Singapur, así que no pudimos disfrutar del borneo malayo.

Volemos hasta allí…

sábado, 27 de mayo de 2017

BOSNIA - Pirámides de Visoko, ¿las más grandes del planeta?

BOSNIA

Junio 2015





Hay una zona en el corazón de Europa que siempre me ha resultado especialmente atractiva por su diversidad cultural y su reciente historia, pero que no nos decidimos a visitar hasta el verano de 2015. En junio de aquel año, preparamos nuestro flamante Giulietta casi recién estrenado y lo cargamos con todo lo necesario para un largo viaje de 17 días por carretera hasta la antigua Yugoslavia. Tras la experiencia con el “Saxito” en Noruega, llevábamos unos cuántos años esperando otra oportunidad para hacer un viaje similar: sin aviones, sin coches de alquiler, sin trenes ni autobuses… sólo nosotros y la carretera. No dependíamos de nada ni de nadie, y fue una experiencia inolvidable. Muchos podrán pensar que es una paliza de kilometrada, pero os aseguro que pocas veces he disfrutado tanto en un viaje. Tú te marcas el ritmo, y tú decides horarios. De camino hay infinidad de cosas para ver, así que es cuestión de elegir qué es lo que más te apetece visitar.
Como el viaje discurrió a través de muchos países, este capítulo tratará sobre Bosnia – Herzegovina. Paisajes alpinos maravillosos, ciudades medievales magníficamente conservadas, gentes amables, y un pasado oscuro cuyas sombras aún planean sobre sus habitantes, os esperan en esta tierra.

domingo, 21 de mayo de 2017

UCRANIA - Kiev y Chernóbil, a un instante de la aniquilación humana.





UCRANIA - Kiev

Abril de 2012

Iglesia de San Andrés
10 minutos antes de salir de casa hacia el aeropuerto, una llamada de teléfono nos daba la mala noticia de que nuestra reserva en el alojamiento de Kiev se había anulado. El manager del hostal nos comunica que han sufrido inundaciones en el edificio, y que no están para recibir huéspedes. A toda prisa, nos conectamos a internet para buscar otras opciones, y apuntamos otros tres o cuatro hoteles con plazas, como posibles candidatos.


lunes, 15 de mayo de 2017

SUROESTE DE ESTADOS UNIDOS (I)- Roswell, el comienzo de la era ovni.


SUROESTE DE ESTADOS UNIDOS - (I)



Septiembre de 2004

Yosemite









    





Con la ilusión de unos niños, recorremos el finger que conecta nuestro Jumbo de la British Airways con la terminal de pasajeros del aeropuerto internacional de San Francisco. Un par de percances a la llegada no nos pudo bajar de la nube sobre la que todavía flotábamos, a pesar de que el 747 ya había parado sus motores. Estábamos en Estados Unidos, algo que, hasta entonces, sólo habíamos visto en el cine. La pérdida de un saco de dormir no nos cambió el semblante. Y el ratito en el cuarto de inmigración, sometidos a un suave interrogatorio, tampoco. Habíamos reservado un hotel en Sacramento, pero éramos incapaces de encontrar el papelito de la reserva, ni de recordar el nombre del alojamiento. Tiene delito que ninguno de los dos memorizara el nombre del único hotel que habíamos reservado para las tres semanas de viaje. Lo reservamos porque sabíamos que te exigían una dirección a la llegada, y porque la primera noche sabes dónde vas a caer, pero las maravillas naturales que nos esperaban nos obnubilaron por completo. Tras responder a una serie de preguntas a una agente de fronteras, nos dejaron salir sin problemas. La verdad es que no recuerdo si logramos encontrar la reserva o consideraron que no nos íbamos a convertir en inmigrantes ilegales. El caso es que recogimos nuestro Dodge Stratus blanco para empezar a hacer kilómetros.


El comienzo del viaje


Cuando, desde la comodidad de nuestro nido, empezamos a soñar con volar por el mundo para descubrir esos maravillosos lugares que tantas horas ocupan en nuestros sueños, siempre tenemos un destino que nos invita a abrir las alas antes de aprender a planear. Ese que tenemos en nuestro horizonte, y por el cual no descansaremos hasta aterrizar sobre él. Seguro que todos vosotros habéis pensado en el típico “test express”, que llamo yo. Aquel que leéis o escucháis en muchas entrevistas a personajes públicos, y que nos sirve para conocer un poco más a la persona con unas rápidas cuestiones. ¿Cantante favorito? ¿Película? ¿Hobbys?... ¿País que te gustaría visitar? Estoy seguro de que, si habéis llegado a mi blog, esta última interrogante la tenéis muy clara… En mi caso había dos puntos geográficos, que hasta que no conocí, no pude calmar mi ansiedad viajera (luego experimenté una recaída, porque cuando empiezas, siempre quieres más) Pero después de recorrer Escocia y el suroeste de Estados Unidos, pude cumplir mis sueños. A partir de ahí, el mapamundi se abrió ante mí, y tuve la oportunidad de disfrutar de otros lugares increíbles en los que, como un ingenuo pez, no dejo de picar el anzuelo del viajero, que me atrapa una y otra vez. Pero muchos años después, aquel viaje a Norteamérica sigue colmando todas mis aspiraciones y ocupando el primer lugar de mi lista. Para mi estreno con este blog, he elegido el viaje de mi vida. En el test anterior podríamos añadir otra pregunta para atinar un poco más: ¿Qué es lo más impresionante o mágico que has visto en tu vida? Pues en mi caso, el Gran Cañón.

Y cómo en este blog se trata también de hablar de temas un poco más misteriosos que se nos cruzan en el camino, en este primer capítulo, el incidente Roswell nos acompañará en esta travesía por el sudoeste de Estados Unidos. Para mí, el santo grial de los enigmas.

Así que, con estos ingredientes, os invito a conocer ese territorio que tanto tiene que ofrecernos. ¿Un billete?