BUDAPEST
Abril 2010
“La Perla del Danubio” es una de las capitales imperiales de
Europa Central más visitadas. Este antiguo asentamiento celta, sobre el que los
romanos pusieron los cimientos de la futura Budapest, se ha visto sometido a
numerosas invasiones por parte de algunos de los imperios más grandes de la
historia. Romanos, mongoles, búlgaros, otomanos, y finalmente, soviéticos,
pusieron este enclave de la vieja Europa bajo sus dominios.
Parte antigua de la ciudad |
Puente de las Cadenas |
Parlamento |
Palacio Real |
Bastión de los Pescadores |
Al lado del Palacio Real, se encuentra el Bastión de los
Pescadores, otra delicada y maravillosa construcción neogótica que no debéis
pasar de largo. Es un conjunto de torres y terrazas de la misma época que el
Palacio Real y el Parlamento, que rinde homenaje a las siete tribus magiares
(húngaras) que ocuparon la zona en el siglo IX. Su nombre hace honor a los
pescadores que durante la Edad Media defendieron la ciudad desde esta zona de
las murallas. Con el día completamente despejado, estuvimos un rato paseado por
este tranquilo lugar, desde el que hay unas vistas impresionantes de la ciudad.
En el centro del recinto, Esteban I, el primer rey húngaro, se alza, a lomos de
su caballo, sobre un pedestal que narra episodios de su apasionante vida. La
estatua tiene detalles preciosos, como el mantón que cuelga de la montura. Sin
duda, es un bonito rincón que no puede faltar en vuestro viaje.
Iglesia de San Matías |
Y justo al lado, con la misma piedra blanca que embellece el
Bastión de los Pescadores, nos encontramos, tal vez, con el templo religioso más
bonito de la ciudad, la iglesia católica de San Matías, reconstruida durante
los siglos XIV-XV, aunque originaria del XI.
Tomaremos una pausa en nuestra visita a Budapest. Mientras
descansamos de este bonito paseo por la ciudad, os contaré la existencia de un
misterioso libro antiguo, que tiene en vilo a los lingüistas más avezados…
CODICE ROHONCZI
Rechnitz es una pequeña localidad situada al este de
Austria, en la que la barbarie nazi se cobró la vida de 200 judíos en una
horrible matanza perpetrada por las tropas de Hitler.
Pero otro misterioso objeto que permaneció custodiado en
este pueblo fronterizo hasta 1907 ocupa nuestro interés. Un libro antiguo que
lleva desconcertando a lingüistas e investigadores desde hace casi 300 años, y
que en ese año fue trasladado a Budapest desde Rohoncz (la actual Rechnitz),
cuando ésta se hallaba bajo dominio húngaro.
El Códice Rohonczi aparece en 1838, cuando su dueño, un
noble húngaro, lo dona, junto con otros libros de su colección, a la Academia
de las Ciencias húngara. Expertos nacionales comienzan a estudiar tan extraño
manuscrito, pero no consiguen descifrar su contenido. Profesores de la Universidad
de Praga intentan traducir el singular vocabulario que aparece en las páginas
del Códex, pero su esfuerzo no obtiene recompensa. El libro fue enviado a París,
dónde tampoco logran interpretar ninguna de sus 448 páginas. La cantidad de
símbolos utilizados es diez veces mayor que la de cualquier otro lenguaje conocido
hasta la fecha, pero muchos de ellos se muestran en muy pocas ocasiones, lo que
ha llevado a la conclusión de que no se trata de un alfabeto, sino de un
silabario, como los que utilizaban los griegos micénicos, los indios cherokee
de Norteamérica, o algunas etnias africanas y chinas, como el pueblo yi.
Si bien la escritura no ha podido ser transcrita, las
imágenes nos dejan pistas claras del posible contenido de este desconcertante
libro. En ellas se representan escenas en las que musulmanes, católicos y
paganos viven en paz y armonía, sin rastro alguno de violencia. Los símbolos de
estas religiones (media luna, cruz y sol) aparecen frecuentemente a lo largo de
sus páginas, presentándonos una convivencia pacífica entre los fieles de las
distintas creencias.
Pero lo que más llama nuestra atención son los dibujos, de
la que muchos creen, es la vida de Jesús. Desde su nacimiento hasta su crucifixión,
encontramos escenas que no dejan lugar a la duda. Los Reyes Magos de Oriente
aparecen ofreciendo sus regalos al nuevo mesías, y la muerte del hijo de dios
se muestra tal como todos la conocemos, agonizando en una cruz. Son pasajes que
la biblia nos había enseñado. No obstante, entre medias,a lo largo de sus 87
ilustraciones, muchas representaciones gráficas nos descubren episodios de la
vida de Jesús que, oficialmente, nunca ocurrieron. En una de ellas, con una corona de espinas rodeando su cabeza,
recibe a sus súbditos desde su trono de rey. Y quizás, el mensaje más inquietante para
muchos, y el acontecimiento más polémico y que más debate ha generado en torno a
su existencia: su descendencia. En el Códex Rohonczi se manifiesta claramente
que Jesús tuvo hijos. De ahí que muchos consideren este libro una especie de
evangelio apócrifo, al que la iglesia católica no desea darle credibilidad.
Muchos historiadores, incapaces de situarlo
lingüísticamente, consideraron que simplemente es un engaño perpetrado por
Sámuel Literáti Nemes, un anticuario húngaro-transilvano, que por aquellas
fechas (década de 1830), se dedicaba a elaborar fraudes de textos, que incluso
lograban esquivar los ojos clínicos de los sabios de la época.
Entre los que no consideran este ejemplar como una
falsificación, hay voluntariosos filólogos y expertos que presentan diferentes
hipótesis para tan enigmática escritura. Dacio, rumano antiguo, húngaro antiguo e incluso brahmi de la India, son los idiomas sugeridos como posibles candidatos a reclamar
estas extrañas palabras. Por supuesto, la comunidad académica mundial no ha
apoyado ninguna de estas teorías, y aunque se siguen haciendo estudios, la
corriente más extendida es que no se trata más que de un simple fraude. Pero un
fraude antiguo, ya que, según algunos estudios, el papel del tomo puede proceder
de la Venecia del siglo XV.
¿Le interesa al Vaticano que sea un engaño? ¿Tal vez, los
investigadores, incapaces de traducirlo, lo atribuyen a un timo? ¿Puede,
realmente, ser producto de una estafa, para engañar a los grandes monarcas de
la época, y sacarle un beneficio económico?
Las páginas del Códice Rohonczi siguen abiertas para que intentemos descubrir su secreto…