martes, 31 de marzo de 2020

ESTADOS UNIDOS: Costa Este I (Washington D.C, Virginia, Rhode Island, Maryland y Pensilvania). - Guerra de Secesión.



COSTA ESTE ESTADOS UNIDOS (I)

Junio 2005


Cataratas del Niágara, en la frontera entre Ontario (Canadá) y Nueva York (Estados Unidos)

Tal vez una ruta en coche de alquiler, durmiendo en moteles de carretera,  por toda la costa Este americana, desde Maine hasta Virginia, no sea el viaje soñado para una típica luna de miel, en la que, habitualmente, los recién casados deberían estar relajándose en playas paradisiacas a la sombra de palmeras salvajes, mientras no dejan de dedicarse cariñitos y decirse lo mucho que se quieren y lo felices que se sienten, abrazados en las camas de sus lujosas suites de hoteles de 5 estrellas. Pero para nosotros, ese plan de vacaciones (y más en aquella época), nos resultaba un poco aburrido. Éramos jóvenes, teníamos energía, y un hambre por conocer mundo que no nos permitía estancarnos ni siquiera un par de días en un mismo lugar. Así que utilizamos esas tres semanas de permiso para emprender un inolvidable recorrido, que no solo nos permitió conocer la costa atlántica estadounidense, sino también la parte de Canadá oriental, que incluía Quebec, Toronto, Ottawa o Montreal. Pero esta aventura comenzaba en Filadelfia, la ciudad donde surgió la nación.

lunes, 23 de septiembre de 2019

SUDÁFRICA (4) : Ciudad del Cabo. - Nelson Mandela y el apartheid.


SUDÁFRICA: CIUDAD DEL CABO.



Camps beach

Sin pretender hacer de orientador viajero, meter a Ciudad del Cabo entre mis tres ciudades favoritas del mundo, es una manera (la más contundente y rápida) de expresar mi gusto y mi admiración por esta urbe sudafricana situada cerca del Cabo de Buena Esperanza. Aunque debería matizar que realmente lo que nos enamoró fueron los alrededores, no la propia ciudad en sí. Si tuviera que elegir un lugar para vivir, éste podría ser mi destino (junto con Sidney), si un gran terremoto destruyera San Francisco. 

lunes, 8 de julio de 2019

BIELORRUSIA: Mir, Nesvizh y Minsk (II) - The Hum (EL Zumbido), el sonido del apocalipsis.



MIR, NESVIZH Y MINSK (II)


Castillo de Mir

El castillo de Mir, a menos de 100 kilómetros de la capital, fue el cebo que nos puso Bielorrusia para picar en su anzuelo. A él llegábamos después de coger un autobús desde Minsk, que en una hora y media nos dejaba en la placita de este pueblo anclado en el tiempo. Íbamos con la única misión de disfrutar del castillo, pero lo cierto es que nos encontramos una aldea bucólica (supongo que sus habitantes no pensaran lo mismo durante el frío y crudo invierno), que nos fascinó. Aunque el castillo es Patrimonio de la Humanidad, estoy seguro de que las granjas y casas de colores antiguas merecerían haber sido incluidas en esta lista también, pero tal vez sea mejor así, ya que la fama y el dinero convertirían a este encantador pueblo en una localidad con casas restauradas y llenas de turistas que destrozarían la autenticidad y el encanto del lugar. 

domingo, 5 de mayo de 2019

BIELORRUSIA: Minsk (I) - La masacre de Khatyn.



BIELORRUSIA
Abril 2019



Ayuntamiento de Minsk, en la parte alta de la ciudad


Hace tiempo que dejé de fijarme en la “fachada” de los lugares que visito y a buscar más esa alma que el turismo parece haber arrebatado a muchos de estos enclaves. Cada día, confirmo mi teoría de que la explotación turística de cualquier rincón del mundo destroza ese sitio en concreto y a sus gentes Sí, ya lo he dicho alguna vez, yo formo parte de esos millones de personas que se mueven a la vez y al mismo punto para conocer los atractivos de otros países, pero por eso precisamente intento huir de las masas. Disfruté de Pamukkale y Estambul en Turquía, pero lo que me quedó grabado de aquella aventura fue recorrer en coche las solitarias carreteras de la Anatolia Oriental, buscando vestigios como el impresionante Nemrut Dagi. La Ópera de Sidney es bellísima, aunque para mí, Australia es el desierto, el desierto vacío con increíbles formaciones rocosas, donde pocos se mueven, excepto los animales salvajes (y muchos) que se refugian en su arena, lejos del hombre. Los moais de Pascua son irrepetibles e inolvidables, pero aún siendo uno de los recintos arqueológicos más inaccesibles del mundo (por su ubicación remota), y a pesar de que apenas se siente esa presión del turismo, la sensación de estar, precisamente, fuera de este planeta, la sentimos en el maravilloso desierto de Atacama, recorriendo magníficos paisajes y descubriendo remotas aldeas indígenas. Bielorrusia no es tan presumida, pero su alma incorrupta por el turismo hará que os fijéis en ella.                                                         
Todavía quedan lugares vírgenes, sin contaminar por el turismo, auténticos, que son capaces de hacerte sentir que no eres un turista, sino un viajero.